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15/09/2021

Cumbre sobre los sistemas alimentarios 2021

Por Lic. Morano Costa Gonzalo

. Lectura de 5 minutos

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha convocado una Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, para Septiembre de 2021.

El objetivo de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios es sensibilizar a la opinión pública mundial, para entablar compromisos y medidas mundiales que transformen los sistemas alimentarios, no solo para erradicar el hambre, sino también para reducir la incidencia de las enfermedades relacionadas con la alimentación y  propender a curar al planeta. El Secretario General de las Naciones Unidas insta a todos los ciudadanos a actuar de forma colectiva para cambiar radicalmente tendencia actual.

Los alimentos son una fuerza vital para nuestras familias y comunidades, sin embargo, el modo en que se producen, elaboran, distribuyen, consumen y desperdician los alimentos ha sufrido profundos cambios en las últimas décadas que hacen peligrar crecientemente la sostenibilidad, la equidad y la seguridad de la alimentación en el futuro.

Los alimentos se conectan con todos los aspectos de nuestras vidas: Agua • Tierra • Energía • Cultura • Empleos • Tecnología • Economías • Políticas • Familias.

“Creemos en un mundo en el cual los  sistemas alimentarios sean saludables, sostenibles e inclusivo,  permitiendo a las personas y al planeta prosperar. Un mundo sin pobreza ni hambre, un mundo de crecimiento inclusivo, con  sostenibilidad ambiental y justicia social, un mundo resiliente en el que nadie se quede atrás.¨ Agnes Kalibata, Enviada especial para la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de 2021¨ 

Informe de políticas sobre seguridad alimentaria

En el mundo hay alimentos más que suficientes para alimentar a los 7.800 millones de habitantes que conformamos la población mundial, igualmente al día de hoy, más de 820 millones de personas pasan hambre. Nuestros sistemas alimentarios están fallando, y la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) está empeorando aún más la situación.

¨Cada vez está más claro que hay una emergencia alimentaria mundial inminente, que podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de niños y de adultos, señala el Secretario General de las Naciones Unidas en su presentación del Informe de políticas sobre las repercusiones de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición.

Sistemas alimentarios:

Los sistemas alimentarios abarcan a todas las personas y a todo el entramado de actores y actividades interconectadas que conciernen a la alimentación de la población: es decir, producción, recolección, empaquetado, elaboración, distribución, venta, almacenamiento, comercialización, consumo y eliminación.

Muchos de los actuales sistemas alimentarios del mundo necesitan una transformación: en pro de las personas, del medio ambiente y el clima y de nuestro futuro.

La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha revelado, deficiencias peligrosas de nuestros sistemas alimentarios que suponen una amenaza concreta contra la vida y los medios de subsistencia de personas de todo el mundo, sobre todo las más vulnerables y las que viven en contextos frágiles.

A pesar de producir más alimentos que en ningún otro momento de la historia, todavía hay 820 millones de personas que pasan hambre y cerca de 2.000 millones tienen sobrepeso o son obesas, lo cual contribuye a la creciente incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación.

Una nutrición deficiente en la infancia puede provocar retraso de crecimiento, alterando  las funciones cognitivas y menoscabando el rendimiento escolar y laboral.

Casi la mitad de las muertes de niños menores de cinco años se deben a la desnutrición.

La salud de las personas se resiente por causa de la alimentación poco saludable, muchas veces porque no tienen acceso a alimentos adecuados, pero también se ve perjudicada por condiciones de trabajo insalubres: la exposición a contaminantes del agua, el suelo, el aire o el consumo de alimentos contaminados o nocivos. Al mismo tiempo, se calcula que una tercera parte de todos los alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia.

Es inaceptable que el hambre esté aumentando en un momento en el que el mundo desperdicia más de 1.000 millones de toneladas de alimentos cada año. Ha llegado el momento de cambiar la forma en que producimos y consumimos implementando, acciones como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero…” Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.

Cada año, más de 3 millones de niños menores de 5 años mueren de desnutrición o por causas relacionadas con la misma.

El 80% de los casos de desnutrición en sus formas más agudas se concentran en tan solo 20 países del mundo, específicamente en África subsahariana (países del Sahel y el Cuerno de África) y en algunas zonas del sur de Asia.

¨Médicos Sin Fronteras¨, lleva años impulsando una reforma de las ayudas alimentarias internacionales, porque la desnutrición es una enfermedad que tiene tratamiento en base a los alimentos terapéuticos preparados. Proponen ampliar su utilización, dentro de intervenciones integrales que incluyan la lucha contra la malaria (otra de las enfermedades más mortíferas para los niños), para conseguir reducir los elevados índices de mortalidad infantil en el mundo.

La calidad de los alimentos, y en especial el acceso a alimentos de origen animal (leche y derivados lácteos, huevos, carne o pescado), es fundamental para la buena nutrición del niño en su primera infancia. Sin embargo, en los países con menos recursos, muchas familias no pueden pagar estos alimentos y en situaciones de crisis ni siquiera las tienen disponibles. Cuando una persona no ingiere los nutrientes suficientes para cubrir sus necesidades, el cuerpo empieza a consumirse: primero pierde grasa y luego músculo.

La falta de nutrientes esenciales es muy grave para los niños en edad de crecimiento. La edad crítica va desde los 6 meses –cuando los bebés empiezan a tomar otros alimentos además de la leche materna– a los 2 años, pero también son muy vulnerables los niños de hasta 5 años, así como los adolescentes, las mujeres embarazadas o lactantes, los ancianos y los enfermos crónicos.

Una dieta equilibrada debe incluir proteínas y ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales como calcio, potasio, zinc y hierro.

La carencia de estos nutrientes impide que el niño pueda resistir a las infecciones: sus defensas se debilitan y aumenta el riesgo de morir de malaria, neumonía, diarrea, sarampión o sida, siendo estas las cinco enfermedades responsables de la mitad de los casi 10 millones de muertes anuales de menores de 5 años.

Fuentes:

IMAGEN: 1. Ethos laboratorio de políticas públicas. https://www.ethos.org.mx/ethos-publications/sistemas-alimentarios 2. BBC- https://ichef.bbci.co.uk/news/800/cpsprodpb/89E2/production * Naciones Unidas: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/food-systems-summit-2021/ * Médicos sin frontera. https://www.msf.org.ar/conocenos/enfermedades/desnutricion

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