Para la detección y respuesta temprana a una epidemia, debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
1-Detección de sospecha de brote (tiempo hasta el objetivo: 7 días)
Capacidades requeridas y componentes de respuesta:
- Acceso a la atención médica y el tratamiento.
- Trabajadores de la salud con la capacitación para detectar brotes sospechosos.
- Capacidad diagnóstica de laboratorio para el diagnóstico diferencial.
2-Se notifica a las autoridades de salud pública y se inicia la investigación (tiempo para alcanzar el objetivo: 1 día)
Capacidades requeridas y componentes de respuesta:
- Estructuras de informes claras.
- Sistemas de datos y capacitación para informar desde las instalaciones clínicas y de los laboratorios a la salud pública.
- El personal de salud pública recibe alertas e inicia investigaciones y respuestas.
3-Se implementan medidas de respuesta efectivas (tiempo para alcanzar el objetivo: 7 días)
Capacidades requeridas y componentes de respuesta:
- Inicio de la respuesta.
- Investigación epidemiológica.
- Confirmación de laboratorio.
- Tratamiento médico.
- Contramedidas.
- Comunicación y participación comunitaria.
- Coordinación de respuesta.
* Es posible que los componentes 5, 6 y 7 no sean necesarios para todas las respuestas.
Detectar dentro de 7 días, notificar, investigar y comenzar a responder dentro de 1 día:
Con la mayoría de los brotes y los retrasos en su registro en África, la OMS revisó las métricas de puntualidad para 296 brotes comprobados en dicha región que se informaron utilizando la estrategia de Vigilancia y Respuesta Integrada de Enfermedades durante 2017-19. Hubo una media de 8 días (RIC 2-28) para el tiempo de detección y 3 días (RIC 0-9) para el tiempo de notificación.
Durante estos 2 años, la detección mejoró sustancialmente, aunque aumentó el tiempo de notificación de la enfermedad.
Se recomienda iniciar la investigación y la respuesta en 1 día porque el alcance y la causa de los presuntos brotes y, por lo tanto, el potencial de que estos sean catastróficos, no se conocen hasta que se lleva a cabo la investigación.
Montar una respuesta efectiva en 7 días:
Después de la notificación, la respuesta al brote debe comenzar de inmediato. La meta propuesta para establecer medidas de control efectivas incluye siete componentes de respuesta; cada una de las medidas aplicables debe completarse dentro de los 7 días
El objetivo 7-1-7 deja en claro que se deben implementar múltiples componentes de respuesta para que se considere efectiva, y que todos los componentes relevantes deben estar implementados dentro de los 7 días posteriores a la notificación a las autoridades de salud pública.
La obtención de información epidemiológica y de laboratorio detallada es fundamental en cualquier respuesta a un brote.
La mayoría de los brotes requieren la provisión de tratamiento y suministros médicos, incluido el equipo de protección personal y otras contramedidas apropiadas, al igual que la comunicación efectiva y la participación de la comunidad.
En cualquier evento grande, el establecimiento de un sistema de gestión de incidentes es esencial para garantizar una coordinación eficaz de las partes interesadas en todos los sectores.
Si no se ha tomado alguno de los pasos aplicables, la métrica de 7 días no se considerará cumplida. Este enfoque claro y simple aumenta o no la rendición de cuentas y proporciona una hoja de ruta para iniciar respuestas tempranas y efectivas.
El objetivo 7-1-7 proporciona un punto de referencia común para evaluar la eficacia de los sistemas de detección y la respuesta clínica, de laboratorio y de salud pública.
Si bien este objetivo es ambicioso y supera los niveles de desempeño de algunos brotes recientes, incluido el de COVID-19, es factible. La síntesis de datos en la métrica 7-1-7 integrará y mejorará el uso de los datos recopilados a través de los sistemas existentes, incluidos los informes de respuesta y vigilancia integrada de enfermedades, los sistemas de gestión de información de laboratorio y varias plataformas de vigilancia.
Los sistemas de gestión de eventos podrían servir como una plataforma eficiente para integrar datos de todos los departamentos y sectores.
Este objetivo también mejoraría la responsabilidad en la preparación global y podría catalizar aún más la acción y el financiamiento de donantes y entidades, incluido del Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales.
La adopción formal de la métrica 7-1-7 por parte de la OMS, podría aumentar la financiación de las agencias de respuesta a epidemias nacionales e internacionales, así como aumentar los compromisos financieros de los países.
Si bien esta métrica es un objetivo global, la implementación y la rendición de cuentas de este objetivo deben ser realizadas por los países, donde los institutos nacionales de salud pública o los ministerios de salud pública tienen la responsabilidad principal de recopilar datos y evaluar el desempeño de manera rutinaria para identificar las lecciones aprendidas, mejores prácticas y áreas de mejora.
No podemos saber el carácter o el momento de las amenazas que se avecinan, pero podemos estar seguros de que tales amenazas son inevitables.
Es clara la necesidad urgente de mejorar la velocidad y la integridad de la detección y la notificación, y la calidad y puntualidad de la respuesta.
Establecer el objetivo 7-1-7 proporcionará ímpetu y responsabilidad para realizar las inversiones financieras, técnicas y políticas sustanciales necesarias para fortalecer la protección de la salud mundial al mejorar la capacidad para encontrar, detener y prevenir futuras pandemias.