Difusión del conocimiento de las ciencias médicas

07/07/2022

El liderazgo en las organizaciones sanitarias- Parte ll

Por Prof. Dr. Juan Carlos Ponce

. Lectura de 5 minutos

En la primera parte de este artículo, vimos lo esencial que es para todo tipo de organización desarrollar una fuerte sinergia entre Cultura-Administración y Liderazgo.

Este trípode sincronizado genera una sinergia imprescindible para el éxito de nuestras organizaciones.

En el caso especifico de las organizaciones dedicadas a la salud, existen algunos paradigmas que muchas veces impiden que este fenómeno se produzca.

Hay una falsa creencia, que abarca a los profesionales de la salud, y a la población en general,  ya que consideran que la salud es gratis”.

Este concepto de gratuidad es erróneo. Los costos de la salud existen y alguien los paga.

Podemos considerarlo un gasto de bolsillo, estará en cabeza del presupuesto nacional y por ende, todos los ciudadanos lo pagamos con nuestros impuestos, o estará en cabeza de los accionistas de un sanatorio o una clínica privada, etc.

NADA ES GRATIS, LO GRATIS ALGUIEN LO PAGA.

Esta frase y por lo tanto, este paradigma atenta contra la visión de la eficiencia. “Si es gratis no hace falta ser eficiente”.

Esto hace que muchas organizaciones sanitarias, tanto públicas como privadas, no tengan en cuenta todo lo relacionado con el éxito de la gestión.

A través de muchos años de docencia y tratando  estos temas con alumnos del posgrado de medicina, hemos llegado a la conclusión,  de la falta de conciencia que las “organizaciones sanitarias”  tienen sobre la necesidad de ser similares a cualquier otro tipo de organización sea comercial, industrial o de servicios y que debería tener las mismas características de gestión.

Esto hace que sea dificultoso concientizar de la importancia de la ¨Cultura, la Administración, el Liderazgo y la Estrategia¨.

 Que costo genera que las organizaciones no vean al paciente como un “paciente cliente”.

Como en toda organización, el cliente va en búsqueda de un producto tangible o de un producto intangible.

Ese cliente quiere encontrar, más allá de la calidad producto o servicio que necesita, una atención que genere empatía, sentirse escuchado y tenido en valorado”.

¿Cuál es el beneficio de esto?

Esa persona se convertirá un potente portavoz que, más allá de generarle fidelización con la organización, divulgará a todo su entorno las cualidades, tanto en calidad, y cordialidad en la atención percibida, convirtiéndose en un promotor dinámico de los valores de la institución.

En definitiva, generará una diferenciación de esa organización respecto a las demás.

La diferenciación trae consigo la “ventaja competitiva”, agregando el cuarto  elemento necesario para el éxito, la estrategia organizacional.

A esta altura del desarrollo de este tema, volvemos a resaltar el valor fundamental que tiene el capital humano en el éxito de las instituciones de cualquier tipo, incluidas las sanitarias.

Existen algunas frases que se utilizan a menudo cuando se habla de Cultura, Administración, Liderazgo y Estrategia:

“Cuida de tus colaboradores que ellos cuidaran a tus clientes”.

“La forma en que los jefes tratan a los empleados será la forma en que los empleados traten a tus clientes.”

«Estás dando servicio a un cliente, no estás cumpliendo una cadena perpetua. Descubre cómo disfrutar tu trabajo.”

El cuarto elemento que se denomina “La Estrategia Organizacional”  por la cual una organización define cómo creará valor. Se trata del ¨qué hacer y cómo hacerlo¨.

Define los objetivos de la empresa, las acciones y recursos a emplear para cumplir con los mismos.”

Existe también otra definición que se usa habitualmente en las organizaciones y que dice: “Toda buena estrategia es la herramienta imprescindible que le permite a las organizaciones cabalgar sobre el pánico.”

Los elementos constitutivos de toda estrategia son:

LA VISIÓN:

La visión de una organización es en el lugar donde aspira a ubicarse en el futuro dentro de su contexto, por ejemplo:  “ser la organización sanitaria referente en la zona Sur”, “Ser reconocida por su excelencia profesional”, “Ser valorada por su desarrollo tecnológico”, “Ser  la organización líder en investigación y desarrollo”, etc. La visión no debe ser utópica, debe sostenerse con acciones concretas y un planeamiento estratégico coherente.

EL POSICIONAMIENTO:

El posicionamiento implica el lugar donde estoy ubicado en la mente de mi cliente y en la de mis competidores. Esto es un elemento poderosísimo.

Si decimos  “una bebida cola” el 95 % respondería “Coco Cola”, esto implica el posicionamiento que tiene esta marca en la mente del consumidor. Se dice que la palabra que más se repite en el mundo es “OK” y la segunda “Coca Cola”.

Existe muchas marcas que se han convertido para los consumidores en genéricos, por ejemplo, en el campo de la Salud “IBUPIRAC” en lugar de Ibuprofeno, “PATY” en lugar de la hamburguesa, la “SAVORA” en lugar de mostaza y una cantidad importante de marcas que se han instalado como sinónimo del producto en la mente de los consumidores.

Esto también, es tenido en cuenta por la competencia que se ubica y siente en una posición desventajosa.

  • EL PLAN: Toda estrategia requiere como parte fundamental articular un planeamiento que determine un punto de partida, etapas y un punto de llegada.
  • LA SINERGIA: Los tres elementos anteriores requieren estar “sinergiados” entre sí para lograr la eficiencia y efectividad necesaria para el éxito.

Resumiendo, hemos visto rápidamente como estos elementos Cultura, Administración o Gestión, Liderazgo del Capital Humano, Recursos, Estrategia y los “Clientes Pacientes” imprescindiblemente requieren tener un plan y sinergia que permita lograr la eficiencia y efectividad que requiere toda organización para ser exitosa, incluidas todas las organizaciones dedicadas a la salud.

Es necesario tener una visión de lo fundamental de esta relación y dejar de lado algunos paradigmas que nos limitan y obstaculizan para que  sea aplicado en nuestras instituciones sanitarias.

En próximos artículos desarrollaremos más en profundidad las tipologías de las distintas estrategias genéricas y el desarrollo del planeamiento estratégico con la construcción de escenarios futuros.

Fuentes:

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