Estos milimétricos cilindros compactados se fabrican a partir de materiales como la madera, la biomasa o el plástico reciclado.
En su evolución, han pasado de servir como combustible para calderas de biomasa, a desplegar todo su potencial en un abanico de aplicaciones, que va desde la industria hasta la medicina.
Desde la selección de la materia prima hasta la compactación de la misma, este método contribuye a la eficiencia del producto resultante, a la reducción de residuos y al fomento de la economía circular.
Tipos de pellets
- Pellets de plástico: pueden ser creados a partir del petróleo o de plástico reciclado. En esta segunda opción, el beneficio es doble, pues se obtiene un producto a partir de un desecho y es una posible solución ante la problemática que supone el uso inconmensurado del plástico y su posterior reciclaje.
En ambos casos, este tipo de pellets no se utiliza como fuente de energía, sino como materia prima para fabricar productos plásticos como botellas.
- Pellets de madera: Son la variedad más común y se fabrican a partir de serrín y virutas de madera. Este tipo de pellets se destaca por su eficiencia a la hora de generar calor.
Están elaborados a partir de serrín natural seco, sin ningún aditivo, se utiliza la propia lignina que contiene el serrín como aglomerante y se comprime a alta presión para formar el pellet.
Por ello tienen una composición muy densa y dura, que le da un gran poder calorífico.
En España, es una de las opciones más populares para estufas y sistemas de calefacción doméstica.
Según el Informe estadístico anual sobre producción y consumo de pellets en España, publicado por la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM), en el 2023 se consumieron un total de 890.000 toneladas de pellets de madera, una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años.
Según este mismo informe, el 91,3% de ellos se destinaron al uso doméstico, mientras que el 8,3% fue al industrial.
- Pellets de biomasa: Este tipo de pellets aprovechan residuos orgánicos, agrícolas o forestales, ofrece una fuente de energía renovable y contribuye al fomento de la economía circular al transformar desechos en combustibles.
La versatilidad de la biomasa, como materia prima, resalta la importancia de esta alternativa en la búsqueda de soluciones energéticas sostenibles.
Los pellets, con sus diversos tipos, han encontrado aplicaciones prácticas en distintos sectores, contribuyendo significativamente a la mejora de la eficiencia energética y su sostenibilidad.
Uso de los pellets
En la industria, se suelen emplear pellets de plástico, sea reciclado o no. Estos pequeños polímeros se pueden fundir y moldear dando lugar a productos como bolsas de plástico, botellas, juguetes o utensilios de cocina.
También existen otro tipo de usos de los pellets como arena para gatos aprovechando su capacidad de absorción de la humedad, abono de jardín, combustible para encender barbacoas, “cama” para animales ( no tienen polvo, es un producto natural, sin aditivos químicos, muy absorbentes y limpios.), entre otros.
Ventajas e inconvenientes de usar pellets
El uso de los pellets, ya sea en el ámbito industrial o como fuente de combustible para el hogar, tiene una serie de ventajas que han impulsado su popularidad, pero también plantea desafíos que no deben pasar desapercibidos.
En términos de sostenibilidad, los pellets derivados del plástico reciclado o de fuentes renovables como la biomasa presentan una ventaja clara, pues su origen contribuye a la reducción de desechos y al cuidado del medioambiente.
Además, se presentan como una importante alternativa a los combustibles fósiles, reduciendo la dependencia de recursos no renovables.
Sin embargo, es importante evaluar la procedencia de aquellos que derivan de la madera o el petróleo. En el primer caso, pueden contribuir a la deforestación de los bosques para obtener combustible.
Con respecto al segundo, hay que tener en cuenta la posibilidad de que estos pellets de plástico se fragmenten en microplásticos y lleguen en forma de residuo a nuestros mares, afectando a los ecosistemas acuáticos y a la biodiversidad de los mismos.
Por todo ello, a pesar de que las ventajas que presentan los pellets en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles son muchas, es crucial abordar estos desafíos para evitar problemas medioambientales.
Ventajas de los pellets
- Es un combustible económico, tiene la mitad de precio que el gasóleo.
- No se necesita talar árboles, ya que normalmente se utiliza el serrín procedente de desperdicios en serrerías y carpinterías.
- La mayoría de las estufas y calderas de pellets están totalmente automatizadas, funcionan sin necesidad de nuestra intervención, ellas autorregulan la potencia y se encienden y apagan solas.
- Al tener mucha densidad y estar en formato granulado ocupan muy poco espacio y se pueden transportar fácilmente como si se tratara de un elemento líquido.
- No contamina, ya que es biomasa de C02 neutro, lo que ayuda a evitar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
- Es 100 % natural, por tanto, no es peligroso ni produce malos olores como el gasóleo.
- Por tratarse de una energía renovable las estufas y calderas de pellets está subvencionada por algunos estados.
- No producen casi humo, por lo que las estufas y calderas de pellets únicamente necesitan una salida de gases, ni una chimenea grande como la de las estufas de leña.
- No caducan, mientras lo guarden en un lugar seco puede aguantar todo el tiempo que quiera sin perder sus cualidades.
El problema de los pellets de plástico
Si los pellets de plástico llegan al mar, pueden ocasionar un gran problema medioambiental, como el ocurrido en el litoral del norte de España a finales del 2023.
Estos microplásticos también son conocidos como granza, pues es la forma en la que llega la materia prima a la industria de los transformadores de plásticos para ser modelada en forma de objetos.
A principios del mes de diciembre pasado, seis contenedores transportados en un buque de mercancías cayeron al mar cerca de Portugal. Uno de ellos iba cargado de pellets o granza de plástico expandiéndose por toda la costa gallega y norte de España, convirtiéndose en una grave amenaza para la biodiversidad marina y la salud de este ecosistema.
Por otra parte, este vertido puede llegar a afectar a la seguridad alimentaria debido a su tamaño.
Los peces no son capaces de distinguirlos de su alimento y los ingieren, siendo factible que lleguen al consumo humano.
En el ámbito de la medicina, los pellets fabricados con medicamentos se utilizan como cápsulas de liberación lenta que se implantan bajo la piel y liberan paulatinamente un principio activo.
De esta manera, se puede conseguir una absorción lenta y sostenida que puede ser muy útil a la hora de suministrar ciertas hormonas.
Este avance podría transformar la manera en la que se abordan enfermedades crónicas.