Difusión del conocimiento de las ciencias médicas

30/01/2022

Dr. Salvador Mazza 1.886-1.946

Por Prof. Mahmud Rosa

. Lectura de 6 minutos

Línea de vida: Salvador Mazza nació en la localidad bonaerense de Rauch, el 6 de junio de 1886.

Salvador Mazza fue hijo de inmigrantes sicilianos de Palermo, Francesco Mazza y Giuseppa Alfise.

Hizo sus estudios primarios en un colegio salesiano y los estudios secundarios en el colegio Nacional de Buenos Aires.

Intentó ingresar en la Escuela de Marina de Guerra Argentina, pero no superó la revisación médica.

En 1903, inició sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires  ( UBA), para costear sus estudios trabajó como profesor de latín y francés, empleado de correos e inspector sanitario.

En 1910, fue ayudante de laboratorio de la cátedra de Epidemiología a cargo del Profesor Penna y  recibió el título de médico, doctorándose en 1911 con la tesis Formas nerviosas y cutáneas del  aracnoidismo

En 1916, conoció a Carlos Ribeiro Justiniano das Chagas, descubridor en su Brasil natal del parásito causante de la enfermedad que hoy lleva el nombre de ambos. Chagas fue el primero de los dos científicos que dejaría una marca indeleble en su vida.

 En 1909, Chagas, mientras investigaba sobre paludismo en Minas Gerais, halló en la sangre un parásito, el Trypanosoma, al que llamó cruzi en honor del investigador y epidemiólogo brasileño Oswaldo Cruz.

En 1919, es nombrado Bacteriólogo del Departamento Nacional de Higiene.

Mazza, inició su formación científica en el Instituto Nacional de Bacteriología bajo la dirección del científico austríaco Rudolf Kraus, uno de los desarrolladores de la vacuna antirrábica.

Colaboró exitosamente con Kraus en el desarrollo de una vacuna de dosis única contra el tifus y en la organización del lazareto de la isla Martín García. Lugar donde se llevaban en cuarentena a los inmigrantes que llegaban al país durante la epidemia euroasiática de cólera.

En 1914, contrajo matrimonio con Clorinda Brígida Razori, nacida en 1890 en Rosario (Pcia. de Santa Fe), en el seno de una familia acomodada, también de origen italiano.

Clorinda, atendió su correspondencia, relaciones públicas, escritura a máquina de trabajos y de colaborar con él en todas las tareas a su alcance durante los 32 años de su convivencia, sin tener hijos.

En 1915, trabajó en el laboratorio del Hospital Militar Central, donde se destacó en la modificación de la vacuna antitífica aplicada a los conscriptos, llegando a ser director del establecimiento.

En 1916, ocupó el cargo de Profesor suplente de la cátedra de Bacteriología del Dr. Carlos Malbrán, siendo posteriormente titular de la misma.

Ese mismo año, en plena Primera Guerra Mundial, el ejército lo envió a Alemania para estudiar profilaxis de enfermedades infecciosas.

En 1920, dejó el Hospital Militar, donde había alcanzado el grado de teniente primero, para ocupar por concurso el puesto de jefe del Laboratorio Central del Hospital Nacional de Clínicas, permaneció en ese cargo hasta 1923, cuando renunció para recorrer centros científicos de Europa y África.

En París (Francia) visitó el Instituto Pasteur y la cátedra del Profesor Brumpt. En Alemania, la cátedra del Profesor Lubarsch y los institutos de Enfermedades Tropicales y de Quimioterapia de Wassermann, en Inglaterra frecuentó a Castellani y Ross.

Como final de su recorrido fue al Instituto Pasteur de Túnez (entonces colonia francesa) donde conoció al bacteriólogo francés Charles Nicolle, Premio Nobel de Medicina 1928, el segundo científico que tendría una profunda influencia sobre sus actividades. Nicolle, descubrió el organismo transmisor del tifus.

En 1925, Mazza fue nombrado Jefe del Laboratorio y Museo del Instituto de Clínica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la UBA. Ese año las autoridades de la Facultad de Medicina invitan a Nicolle y viajan juntos a Jujuy.

A sugerencia de Nicolle, Mazza constituyó  la filial Jujuy de la Sociedad Argentina de Patología Regional, presidida por Guillermo Paterson, primer especialista argentino en malaria.

MISIÓN DE ESTUDIOS DE PATOLOGÍA REGIONAL ARGENTINA

El 26 de febrero de 1926 el rector de la UBA, José Arce, presentó al Concejo Universitario el proyecto de la creación de un instituto de investigación en la capital jujeña bajo la dependencia de la cátedra de Clínica Quirúrgica.

Se inaugura la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (MEPRA), cuyo isotipo era una vasija cerámica diaguita.

Hizo construir un vagón ferroviario de trocha angosta (la del Ferrocarril Central Norte que unía la Ciudad de Buenos Aires con Jujuy y Bolivia), el ¨ E 600¨, equipado con consultorio, laboratorio, jaulas para animales y alojamiento para los científicos.

El ¨E 600¨, el primero de su tipo en Argentina, recorrió gran parte del país en cumplimiento de las funciones de la MEPRA.

Convertido en un explorador y adelantado sanitario, llevó a cabo 11 viajes por el noroeste argentino, Bolivia, Brasil y Chile.

 En 1926, Mazza detectó un perro infectado con T. cruzi y en 1927 diagnosticó el primer caso agudo de la enfermedad en Argentina. La enfermedad es transmitida por la vinchuca, una palabra de origen quechua que significa “dejarse caer”.

 En la década de 1930, identificó y documentó  mil casos de la enfermedad y descubrió la presencia del Trypanosoma cruzi en los corazones enfermos.

Mazza estableció que el vector portador del mal era el Triatoma infestans, conocido vulgarmente como vinchuca, y que el parásito (tripanosoma cruzi) era trasmitido al picar, lo depositaba en sus heces en la picadura, y posteriormente  el tripanosoma entraba al organismo por las lesiones de rascado.

El gobierno de facto del  general José Félix Uriburu, quien depuso al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930, suspendió en 1931 la financiación de la MEPRA. Mazza logró mantener su funcionamiento con donaciones y aportes personales.

En 1930, la institución inició la publicación de su boletín científico, que llegó a tener 72 números.

En 1935, en homenaje a Carlos Chagas, organizó el Sexto Congreso Nacional de Medicina.

En 1942, se contactó con el escocés Alexander Fleming con el objeto de organizar la producción de penicilina en Argentina y un año después obtuvo junto a su equipo la primera producción argentina de tal antibiótico. 

Hasta 1944, el boletín de la MEPRA publicó 551 artículos, 482 de los cuales fueron escritos por Mazza, llegando a sumar unas 1.000 páginas. Se recopilaron los primeros 1.000 casos agudos de la enfermedad de Chagas y se realizaron estudios de la leishmaniasis.

Se confeccionaron  mapas de la distribución geográfica de la vinchuca y los índices de infestación domiciliaria.

En 1946, Salvador Mazza, viajó a la ciudad de Monterrey (México) como invitado especial a un encuentro dirigido por el mexicano Aguirre Pequeño. Allí murió de una afección cardíaca el 9 de noviembre, cuando tenía 60 años.

Sus restos yacen en un sepulcro del Cementerio de Olivos declarado monumento histórico por el Concejo Deliberante de Vicente López.

Su esposa Clorinda  vivió hasta su muerte (30 de diciembre de 1952) en una casona del barrio de Belgrano, propiedad de un matrimonio amigo. Se dice que nunca pudo conseguir una pensión del Estado Nacional y que para subsistir tuvo que vender parte de la biblioteca personal de su esposo: archivos científicos, instrumental de laboratorio, muebles y un desvencijado automóvil. El resto fue rematado luego de su muerte, desconociéndose su destino.

En 1946, la sede se traslada desde  Jujuy  a la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Paternal, el mismo año de su fallecimiento.

En ese momento, Mazza era profesor honorario y director honorario del laboratorio del Instituto de Clínica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la UBA, Secretario local para la Argentina de la Real Sociedad de Medicina Tropical de Londres, Miembro correspondiente de la Sociedad de Patología Exótica de París y director de la Sociedad Argentina de Patología Regional.

El 16 de mayo de 1959, aduciendo razones presupuestarias, una resolución del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires disolvió la institución, por considerarla innecesaria, sin tomar los recaudos necesarios para la preservación de su patrimonio científico.

En la sede de la MEPRA, se halló un baúl de cuero, repleto de fotografías viejas, más de 4.800 en las que se vislumbraba el trabajo de Don Salvador durante su incansable tarea en el norte argentino. El contenido de este baúl de los recuerdos fue rescatado, ordenado, clasificado y posteriormente digitalizado por la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) y depositado bajo la custodia del Archivo Histórico de la Provincia de Jujuy.

El vagón E 600 de la MEPRA permaneció a la intemperie en la estación de Boulogne, hasta que en 1950 el gobierno nacional lo remató en una cifra irrisoria.

Todavía hoy, la pobreza sigue siendo la principal responsable de la propagación de la enfermedad, la mayoría de cuyas víctimas ni siquiera tienen diagnóstico.

Fuentes:

IMAGEN: Archivos Ferroviarios https://archivosferroviarios.blogspot.com/2020/06/el-vagon-sanitario-de-salvador-mazza.html * ECYT AR  -https://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/index.php/Salvador_Mazza Resumen El Dr. Salvador Mazza (Buenos Aires, Argentina, 6 de junio de 1886 – Monterrey, México, * Redalyc- https://www.redalyc.org/pdf/3219/321953562005.pdf. Nicolás, Gonzalo El baúl de los recuerdos Insuficiencia Cardiaca, vol. 12, núm. 4, octubre-diciembre, 2017, pp. 168-179 Federación Argentina de Cardiología Buenos Aires, Argentina * Asociación Economía de la Salud– https://aesargentina.org/archivos/politica-sanitaria/

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