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23/06/2024

Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) – Dracunculosis

Por Dr. Costa Horacio Oscar

. Lectura de 6 minutos

La OMS, determinó las metas mundiales generales para el 2030, una de ellas es la  erradicación de dos enfermedades, la dracunculosis y el pian, en todo el mundo.

Como expresamos en artículos anteriores, las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) son un grupo de afecciones diversas, prevalentes principalmente en zonas tropicales, en las que proliferan entre las personas que viven en comunidades empobrecidas.

Estas enfermedades son causadas por una variedad de patógenos que incluyen virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas, y conllevan consecuencias sanitarias, sociales y económicas devastadoras.

La epidemiología de las ETD es compleja y suele guardar relación con las condiciones ambientales. Muchas de ellas se transmiten por medio de vectores, tienen reservorios animales y están relacionadas con ciclos biológicos complejos.

Están «desatendidas» porque apenas aparecen en los programas de salud mundial, son muy pocos los recursos que se destinan a este tipo de enfermedades, siendo ignoradas por las agencias de financiación mundiales.

Las ETD son enfermedades que afectan a poblaciones desatendidas y se perpetúan en ellas.

En el 2023,  bajo la convocatoria de la OMS, se determinaron las metas mundiales generales para el 2030. Una de ellas es la  erradicación de dos enfermedades, la dracunculosis y el pian, en todo el mundo.

Dracunculosis:

La enfermedad del gusano de Guinea, denominada también,  dracunculosis o dracontiasis, es producida por el Dracunculus medinensis , quiere decir pequeño dragón (o pequeña serpiente) de Medina, ciudad árabe que era muy endémica.

En el siglo pasado tenía una alta mortalidad debida a infecciones secundarias, hoy en día no pone en peligro la vida de las personas ya que su mortalidad se ha reducido considerablemente gracias a los antibióticos y a la higiene.

Produce para los enfermos de todas las edades largos periodos de incapacidad y dolor de hasta 6 meses o más, que inciden directa y negativamente en su economía doméstica y, consecuentemente, en su nivel socio-económico, conduciendo a un círculo vicioso que no permite salir a las familias con pocos recursos de su situación de pobreza, especialmente aquellas que sobreviven gracias al campo.

La Asamblea Mundial de la Salud, órgano político de la OMS, en 1981, aprobó una campaña de erradicación de la enfermedad del gusano de Guinea.

Alcance del problema

El número de casos notificados disminuyó hasta situarse por debajo de 10.000 por primera vez en el 2007, cifra que siguió bajando hasta 542 casos (en 2012) y una veintena en la actualidad.

La «erradicación«, según la OMS, supone la eliminación total, por acciones deliberadas, de una enfermedad en nuestro planeta sin más necesidad de seguimiento. La «eliminación» supone la desaparición deliberada de la enfermedad sólo en una determinada región geográfica, aunque debe continuar la vigilancia y control de la misma.

Si se logra la erradicación, sería la segunda enfermedad humana erradicada del mundo, después de la del virus de la viruela en 1980, gracias a su vacuna y  tras 15 años de lucha.

Sería además la primera de un parásito, con el mérito adicional de que no existen vacunas ni fármacos efectivos frente al mismo y las personas no generan inmunidad protectora contra él, con lo que pueden infectarse y sufrir la enfermedad año tras año durante toda su vida.

Los  casos humanos  fueron notificados  en 6 países: Angola , Chad , Etiopía, Malí , Sudán del Sur  y Camerún .

Transmisión, ciclo de vida y periodo de incubación

Aproximadamente un año después de la infección aparece una ampolla muy dolorosa —el 90% de las veces en la parte inferior de la pierna— y uno o varios gusanos emergen por ella causando una intensa sensación de quemazón.

Para aliviar el dolor urente, a menudo los pacientes sumergen la parte infectada del cuerpo en agua.

En ese momento los gusanos liberan en el agua miles de larvas, que alcanzarán su fase infectiva después de ser ingeridas por pequeños crustáceos o copépodos, también llamados “ pulgas de agua”.

Al beber agua contaminada, las personas ingieren esas pulgas infectadas.

Estas larvas (L3) se liberan al digerirse estos crustáceos en el estómago, resistiendo los jugos gástricos, llegan  al intestino delgado atravesando la pared digestiva para buscar un lugar donde desarrollarse hasta adultos.

Ese sitio donde crecen es el tejido conjuntivo del abdomen y luego del tórax, donde van a crecer desde las 300-600 micras que miden, previo paso por larva L4, hasta adultos maduros de unos pocos cms. en dos meses.

El gusano macho fecunda a la hembra (aproximadamente 1 mes después), muere y el organismo se encarga de desintegrarlo.

La hembra sigue creciendo a la vez que va acumulando huevos en su útero y luego, se dirige hacia su punto de salida en el tejido conjuntivo subcutáneo, generalmente de las piernas.

La hembra adulta y grávida puede medir entre 50 y 120 cm

En dicho punto forma una ampolla o tumefacción de 2 a 7 cm de diámetro, muy dolorosa y que causa una gran sensación de quemazón y sale al exterior.

Esta sensación se alivia instantáneamente metiendo el pie o pierna con la ampolla en el agua fresca, pero este acto provoca la ruptura inmediata de la ampolla, convirtiéndose en una úlcera por donde asoma el gusano hembra, liberando bruscamente cientos de miles de pequeñas larvas L1 que invadirán el agua.

Desde ese momento, cada vez que el enfermo se meta en el agua y moje la úlcera para aliviar la quemazón y el dolor, el parásito aprovechará para eliminar más larvas.

En estas condiciones, el gusano puede vivir varias semanas hasta eliminar todas las larvas que ha sido capaz de generar (unos 3 millones).

Para ello, el nematodo va saliendo por el centro de la úlcera poco a poco, para facilitar la salida de su descendencia, hasta que se vacía y muere, y entonces nuestro organismo lo expulsar, lo desintegra o lo calcifica.

Esas pequeñas larvas L1 que ya están en el agua no pueden infectar al hombre, pero sí a los copépodos. Como estas larvas se mueven muy activamente, atraen a esos copépodos que las depredan.

Una vez ingeridas, salen del intestino y se instalan en el celoma del crustáceo donde se desarrollan a larvas L2 que luego mudan a L3. En 2-3 semanas tras la ingestión, las nuevas larvas L3 serán ya infectivas para el hombre.

En cuanto éste beba agua con esos copépodos infectados, se cerrará el ciclo de vida de este parásito.

Desde el momento de la infección hasta la salida del gusano transcurren entre 10 y 14 meses.

Prevención

No existe ninguna vacuna para prevenir la enfermedad ni ningún medicamento para tratarla.

La prevención es posible, y son precisamente las estrategias preventivas las que han conducido a la enfermedad hasta casi lograr la erradicación.

Las estrategias de prevención incluyen:

  • intensificar la vigilancia para detectar todo caso humano y animal infectado en las 24 horas siguientes a la aparición del gusano;
  • prevenir la transmisión de cada gusano, procediendo para ello a tratar, limpiar periódicamente y vendar las zonas de piel afectadas hasta que el organismo lo expulse por completo;
  • prevenir la contaminación del agua de bebida, evitando que toda persona infectada o animal (perro o gato) infectado con gusanos en proceso de expulsión camine por el agua;
  • garantizar un mayor acceso a suministros mejorados de agua potable para prevenir la infección;
  • filtrar el agua de las masas de agua abiertas antes de beber;
  • implantar medidas de control de vectores mediante el uso del larvicida organofosforado temefos; y
  • fomentar la educación sobre salud y los cambios de comportamiento.

Certificación en los países

Para ser declarados libres de dracunculosis, los países deben haber notificado una transmisión cero y mantenido una vigilancia activa durante al menos tres años consecutivos.

Se determinan los riesgos de reintroducción de la enfermedad y se presenta un informe a la Comisión Internacional para la Certificación de la Erradicación de la Dracunculosis (ICCDE) para su examen.

Desde 1995 la ICCDE se ha reunido 15 veces y, siguiendo sus recomendaciones, la OMS ha certificado que 199 países, territorios y zonas (pertenecientes a 187 Estados Miembros) estaban libres de la enfermedad.

Kenya, donde anteriormente la enfermedad era endémica, fue el último país en obtener tal certificación en febrero del 2018.

Desafíos

La infección de perros por Dracunculus medinensis sigue siendo un problema para la campaña mundial de erradicación, sobre todo en el Chad, Etiopía y Malí.

En el 2020, el Chad notificó la infección en 1508 perros y en 63 gatos; Etiopía la notificó en 3 perros, 4 babuinos (primates) y 8 gatos; y Malí, en 9 perros.

La transmisión en animales puede interrumpirse reforzando la vigilancia para detectar a todos los animales infectados y contenerlos (atando a los animales infectados, o aunque no lo estén, por prevención), ofreciendo educación sobre salud a los miembros de la comunidad y a los propietarios de animales, y aplicando intervenciones enérgicas e integrales de control de vectores.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dracunculiasis-(guinea-worm-disease) Scielo https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2340-98942016000400002 Ars Pharm vol.57 no.4 Granada oct./dic. 2016 https://dx.doi.org/10.30827/ars.v57i4.5564

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