Difusión del conocimiento de las ciencias médicas

15/01/2023

Hidratación del niño deportista

Por Redacción DOCMED

. Lectura de 5 minutos

Durante la vida de una persona en cada valoración médica es importante y de buena práctica médica, realizar consejería sobre hidratación y el hábito de consumo de agua.

La hidratación es uno de los aspectos más importantes a considerar antes, durante y posterior a la práctica deportiva. Aun así se vio que es uno de los aspectos más descuidados, poniendo en riesgo el rendimiento, la salud de las personas y más aún de los deportistas.

El agua participa en diferentes funciones esenciales para la vida como la termorregulación, transporte, regulación de la presión arterial, lubricante, digestión, eliminación de toxinas y mantiene la estructura celular.

Nuestro cuerpo es homeotermo, es decir tiene la capacidad de mantener una temperatura corporal constante entre 34 y 45 grados.

Dado que la temperatura corporal aumenta ante condiciones fisiológicas como lo es la ingesta (produciendo energía química) y la utilización de los nutrientes para energía durante el ejercicio (con producción de energía mecánica y calórica principalmente), el cuerpo elimina el calor generado por evaporación y sudor, manteniendo nuestra temperatura estable.

Esta capacidad se modifica ante diferentes factores como la humedad, temperatura, velocidad del viento y radiación solar, por esto es que siempre se debe considerar el medio donde se realiza el deporte.

Diferentes factores influyen en la termorregulación:
  • Aclimatación: conjunto de adaptaciones que permiten mejorar la tolerancia al estrés térmico, este proceso es mucho más retardado en niños.
  • Estado de forma física: requiere entrenamiento en ambientes donde se desarrollará la competencia.
  • Estado de hidratación.

 

En pediatría hay que considerar diferentes factores a la hora de realizar ejercicio, ya que los niños poseen mayor superficie de piel a comparación de los adultos produciendo menor pérdida de calor durante altas temperaturas o mayor pérdida de calor durante bajas temperaturas, tienen mayor producción de calor y menor capacidad de trasladar el calor desde el centro del cuerpo hacia sus extremidades y también poseen menor capacidad de sudoración produciendo un aumento de la temperatura corporal.

Al reducirse la tasa de sudoración poseen menor pérdida de sodio y cloruro. Dado lo mencionado previamente los niños utilizan otros métodos para perder calor como la convección y la radiación.

Naturalmente la pérdida de agua es del 5 %, y se elimina por medio de la orina, materia fecal y sudoración. En el ejercicio la misma se incrementa en hasta un 95%, por lo que es fundamental la hidratación pre, intra y post-entrenamiento.

Las recomendaciones generales es comenzar la actividad euhidratado  ̈entrenamiento invisible ̈: Para ello, previo a realizar la actividad física se recomienda controlar la hidratación de cada jugador.

Se dispone de diferentes métodos para la realización de la misma:

  • Escala de Amstrong
  • Colorimetría
  • Densidad urinaria (<1024 normohidratado, >1025 deshidratado > 1030 deshidratación severa)
  • Variabilidad de peso: lo ideal es que sea menor a 1%
  • Tasa de sudoración que se calcula con la siguiente fórmula: Peso Inicial – Peso Final + ingesta en litros – orina mlt)/duración (hs).

 

Se aconseja la utilización de dos métodos en conjunto, principalmente tasa de sudoración y control de peso.

La recomendación de ingesta diaria de líquidos en mujeres de 9-13 años es de 2.1 lt/día y hombres de 9-13 años de 2.4 lt/día en clima templado y actividad física ligera.

Durante el periodo previo al ejercicio (2 a 3 hs) se recomienda una hidratación con 400- 600 ml de agua.

Durante el ejercicio hay que evitar la deshidratación por lo que se aconseja la ingesta de 13 ml/kg de agua (150-300 ml cada 15 o 30 min). Se deben aprovechar las pausas en el juego para hidratarse.

Postejercicio se debe reponer el déficit de agua/electrolitos por lo que se debe consumir 4 ml/kg/hora de ejercicio realizado (1.5 lts/kg de peso perdido)

Se recomienda siempre indicar hidratación con agua, pero se debe considerar, especialmente en la edad pediátrica la poca actitud hacia el consumo de la misma sumado al factor de la baja hidratación voluntaria o ad libitum.

Para incentivar la hidratación y así evitar la deshidratación se debe evaluar los hábitos y gustos de cada niño como para aconsejar el uso de agregados al agua como saborizantes de frutas frescas de naranja, limón, menta o jengibre, evaluar la temperatura de la misma ofreciéndola fría o a temperatura ambiente según preferencia mejorando así la palatabilidad (contraindicar el agregado de azúcar o edulcorante).

Siempre se debe evaluar la alimentación haciendo hincapié en el consumo de frutas y verduras, como fuente de líquidos, vitaminas y minerales.

Se debe evitar y desalentar el uso de bebidas energéticas y deportivas en niños de esta edad, se asocia a las mismas erosiones del esmalte dental por alteración del pH provocando la desmineralización, exceso de calorías conduciendo al sobrepeso y obesidad, y en el caso de las energéticas riesgos por los estimulantes que contienen.

Las bebidas deportivas son bebidas saborizadas que contienen carbohidratos, minerales y vitaminas. Se comercializan con la estrategia de marketing de mejoría del rendimiento deportivo con reemplazo de líquidos y electrolitos. Se utilizan solo en determinadas ocasiones.

Las bebidas energéticas a diferencia de las previas contienen energizantes como cafeína y guaraná, también carbohidratos, proteínas, aminoácidos y minerales. Se comercializan con la estrategia de marketing para aumentar la energía, disminuir la fatiga, mejorar la concentración y el alerta mental.

Las bebidas deportivas se aconsejan con ejercicios de más de 1 hora de duración en mayores de 12 años.

 Ante una hidratación por debajo de las recomendaciones se puede producir la deshidratación. Los efectos de la misma se detallan a continuación según su porcentaje, lo que demuestra la importancia por la que se debe evitar:

  • 1-2%: disminuye la capacidad de termorregulación, la capacidad aeróbica y la capacidad cognitiva/mental en ambientes húmedos-calurosos, fatiga.
  • 3%: calambres, mareos, lipotimia, aumento de la Temperatura a 38 grados.
  • 4-6%: contracturas, cefaleas, aumento de la Temperatura a 39 grados.
  • 7-8%: contracturas graves agotamiento, parestesias, golpe de calor, posible fallo orgánico.
  • >10%: alto riesgo de vida.

 

Fuentes:

Imagen I: Healthy Children Org.- https://www.healthychildren.org/Spanish/news/Paginas/kids-should-not-consume-energy-drinks-and-rarely-need-sports-drinks-says-aap.aspx. Imagen II: El bocon https://elbocon.pe/futbol-peruano/la-correcta-alimentacion-de-los-ninos-deportistas-para-el-verano-135810/ -Asociación Civil de Medicina del Deporte de la Provincia de Buenos Aires- ACMDBA / REVISTA #53 /ABRIL 2023/ Dr Santiago Kweitel -https://www.flipsnack.com/FA597A99E8C/b53_abril23_acmdba/full-view.html -Universidad de Favaloro- Diplomatura en Medicina Deportiva Pediátrica- RUGBY, Aprendiendo a entrenar-Jefe TP: Lemmes, Gabriel- 2022.

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