Crear el ambiente de aprendizaje adecuado es crucial para garantizar que cada niño tenga la mejor oportunidad de alcanzar su máximo potencial en un ambiente seguro y protegido.
Dar un enfoque holístico al entrenamiento no sólo ayudará a desarrollar mejores jugadores de rugby sino también a mejores personas.
Es fundamental crear un entorno de aprendizaje positivo para el jugador joven. Para desarrollar jugadores que puedan tomar decisiones correctas durante el partido el ambiente de entrenamiento debe estar condicionado para permitir que los jugadores practiquen el reconocimiento de situaciones, procuren soluciones y luego reaccionen en consecuencia.
Para que todos los jugadores mejoren, los entrenadores deben asegurarse en sus actividades de coaching adoptar un enfoque basado en juegos y entrenar a través de juegos (enfocarse en detalles, observar y analizar críticamente, corregir errores, elogiar las buenas prácticas y alentar el aprendizaje) en lugar de administrar la actividad (por ejemplo, comentar sobre el juego).
Es importante que el foco o el objetivo (por ejemplo, en la técnica del tackle) se mantenga durante toda la sesión, ya que la tendencia puede ser que el entrenador se preocupe por corregir otras fallas.Esto puede hacer que los mensajes clave para los jugadores se pierdan por enfocarse en demasiados detalles a la vez. Abrir una destreza en partes manejables (factores clave) puede ayudar a que los jugadores absorban los ítems más fácilmente.
En una sesión o varias sesiones se puede poner el foco en varios factores claves pero el entrenador sólo debe procurar enfocarse en un máximo de dos o tres factores clave al mismo tiempo. Una vez que los jugadores se desempeñan bien bajo presión el entrenador puede buscar avances y desafiar a los jugadores.
Las combinaciones de movimientos son solo eso: combinaciones de estabilidad, locomoción, manipulación y coordinación y movimientos de conciencia. Cuantas más categorías se combinen en el movimiento, más complejo y desafiante será el movimiento o la habilidad a aprender.
El entrenador debe arrancar con sus jugadores muy jóvenes con actividades muy simples para apuntar a categorías específicas de movimientos básicos fundamentales (FMS).
A medida que el niño crece, madura y desarrolla el dominio de los movimientos simples, se puede agregar más complejidad.
Las destrezas del rugby son lo que estamos tratando de desarrollar en los jugadores jóvenes y ninguna destreza de rugby exige dominio de una sola de las cuatro categorías de FMS. Una destreza individual, como hacer un pase, requiere estabilidad, conocimiento, coordinación y competencia en la habilidad de manipulación. Los jugadores rara vez hacen un pase estando quietos por lo que los patrones de movimiento locomotor también se vuelven importantes.
Si se les pide a los jugadores que hagan pases mientras corren antes de practicar y desarrollar pases estacionarios, la combinación de patrones de movimiento puede ser demasiado compleja para la etapa de su desarrollo y conducir a intentos fallidos.
La comprensión de la complejidad de combinar patrones de movimiento es esencial para que el entrenador planifique sesiones de entrenamiento bien estructuradas para ayudar a sus jugadores a desarrollar las habilidades específicas de las FMS y del rugby.
FMS y las habilidades motoras atléticas mencionadas anteriormente son los pilares en las que se basan las destrezas deportivas específicas y las competencias atléticas.
Los componentes de la aptitud física y del atletismo aún pueden ser desarrollados en los niños simultáneamente con las FMS.
Antes del inicio de la pubertad los niños pueden mejorar en todos los componentes de la aptitud física.
Algunos componentes clave de la aptitud física para el rugby incluyen:
- Fuerza y Potencia
- Velocidad, Agilidad y Resistencia
- Flexibilidad y Movilidad
Las mejoras en estos componentes de la aptitud física se deben a la maduración normal que resulta en el crecimiento físico y la participación en actividades físicas, ya sea en una actividad general o en programas de actividad física y deporte.
Bajo el encabezado de actividad física, incluimos todos los ejercicios físicos y la actividad que incluye las actividades del día a día (caminar, andar en bicicleta), el juego informal (incluidas las actividades en el recreo y las actividades físicas en el hogar) y las actividades de juego formal (incluido el rugby y la educación física).
La participación en estas actividades da como resultado mayores niveles de aptitud física y mejores competencias de movimiento.
El estado físico puede mejorar utilizando las habilidades fundamentales de movimiento organizadas en minijuegos, ejercicios de peso corporal y circuitos de movimiento. Estos tipos de entrenamiento pueden mejorar los componentes mencionados de la preparación física mientras se utilizan prácticas y ejercicios basados en habilidades atléticas motoras y FMS.
El volumen, la intensidad, el tipo y la frecuencia de entrenamiento dependerá del tiempo que tengan los jugadores jóvenes y de sus capacidades.
