Profesionales del Departamento de Ingeniería y del Departamento de Neurociencias Clínicas de Cambridge, han desarrollado un dispositivo ultrafino y expandible para tratar las formas más graves de dolor, sin necesidad de recurrir a la cirugía invasiva.
El dispositivo, utiliza una combinación de técnicas de fabricación robótica blanda, electrónica ultra fina y microfluídica.
Los investigadores utilizaron para construir el dispositivo: la electrónica flexible utilizada en la industria de los semiconductores, los minúsculos canales microfluídicos utilizados en la administración de fármacos y los materiales, que cambian de forma, utilizados en la robótica blanda.
El dispositivo sólo tiene 60 micras de grosor, lo suficientemente fino como para poder enrollarlo y colocarlo en una aguja para implantarlo. Sin embargo, una vez implantado, el dispositivo se expande para cubrir una amplia zona de la médula espinal, gracias a los canales microfluídicos.
El Dr. Christopher Proctor, del Departamento de Ingeniería de Cambridge, uno de los autores principales, informó que «La electrónica de capa fina no es nueva, pero la incorporación de cámaras de fluido es lo que hace único a nuestro dispositivo, ya que le permite inflarse en forma de paleta una vez que está dentro del paciente».
El Doctor Damiano Barone, del Departamento de Neurociencias Clínicas de Cambridge, otro de los autores principales del estudio, señala que: ¨ La forma en que fabricamos el dispositivo significa que también podemos incorporar componentes adicionales, podríamos añadir más electrodos o hacerlo más grande para cubrir zonas más amplias de la columna vertebral con mayor precisión.
Esta adaptabilidad podría hacer de nuestro dispositivo SCS un tratamiento potencial para la parálisis tras una lesión de la médula espinal o un accidente cerebrovascular o para trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson. Un dispositivo eficaz que no requiera una intervención quirúrgica invasiva podría aliviar a muchas personas¨.
Introducción del implante, mediante inyección, y su ubicación final.
ESTIMULACIÓN DE LA MÉDULA ESPINAL (E.M.E.)
Es un implante extremadamente fino –aproximadamente del ancho de un cabello humano- que puede enrollarse en un minúsculo cilindro, insertarse en una aguja e implantarse en el espacio epidural de la columna vertebral.
Una vez colocado correctamente, el dispositivo se infla con agua o aire para que se desenrolle como un diminuto colchón de aire, cubriendo una amplia sección de la médula espinal.
Cuando se conecta a un generador de impulsos, los electrodos ultrafinos empiezan a enviar pequeñas corrientes eléctricas a la médula espinal, que interrumpen las señales de dolor.
Las primeras pruebas del dispositivo sugieren que podría ser un tratamiento eficaz para muchas formas de dolor intenso -incluidos los dolores de piernas y espalda- que no responden a los analgésicos.
En la actualidad, se utilizan otros tipos de dispositivos de estimulación de la médula espinal para el tratamiento del dolor crónico, los más eficaces son voluminosos y requieren una cirugía invasiva, además los actuales dispositivos de cerradura son mucho menos eficaces para tratar el dolor.
El implante desarrollado por Cambridge podría ser una solución eficaz y de largo plazo para el dolor que hasta hoy no tiene tratamiento, afectando a millones de personas en todo el mundo. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Science Advances.
La estimulación de la médula espinal (EME) es una opción para quienes padecen dolor de espalda crónico u otros tipos de dolor neuropático, pero a pesar de su eficacia, su uso es limitado, ya que sólo se realizan 50.000 procedimientos al año en todo el mundo.
«La estimulación de la médula espinal es un tratamiento de último recurso para quienes sufren un dolor tan intenso que les impide realizar sus actividades cotidianas¨. Explicó, el Doctor Damiano Barone.
El dispositivo de SC, más eficaz en uso clínico, es un dispositivo de tipo paleta, que cubre una amplia zona de la médula espinal, pero es voluminoso y requiere una cirugía invasiva bajo anestesia general.
El otro tipo de dispositivo puede implantarse con una aguja y sólo requiere anestesia local, pero cubre una zona más pequeña y es menos eficaz clínicamente que el dispositivo tipo paleta.
«Nuestro objetivo era crear algo que fuera lo mejor de ambos mundos: un dispositivo clínicamente eficaz pero que no requiriera una intervención quirúrgica compleja y arriesgada. Esto podría ayudar a llevar esta opción de tratamiento que cambia la vida a muchas más personas» dijo el Dr. Christopher Proctor.
En el Reino Unido, el dolor de espalda es la principal causa de discapacidad, y cuesta a la economía unos 12.000 millones de libras al año.
En EE.UU., los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que uno de cada 12 estadounidenses padece dolor de espalda intratable, que no responde a los tratamientos convencionales, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o los opiáceos.