El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) informó que Argelia, el último país que seguía utilizando este combustible, agotó sus reservas.
Es un hito que permitirá salvar 1,2 millones de vidas cada año y significa un ahorro de más de 2,4 billones de dólares.
El sector del transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero relacionadas con la energía, y aumentará un tercio de aquí a 2050″, declaró el PNUMAM que además señaló que ¨1.200 millones de autos nuevos entrarán en circulación en las próximas décadas¨.
«Esto también incluye millones de vehículos de mala calidad exportados desde Europa, Estados Unidos y Japón hacia países con ingresos medios o bajos, contribuyendo al calentamiento global y a la contaminación del aire¨, precisó el organismo en su comunicado.
En 1922 se empezó a usar el plomo tetra etílico empezó a usarse como un aditivo de la gasolina para lograr un mejor rendimiento del motor.
La iniciativa fue patentada por el ingeniero estadounidense Thomas Midgley (1889-1944), llamado el padre de los compuestos clorofluorocarburos, siendo utilizado para los sistemas de refrigeración y que se consitituyó con el pasar de los años en una de las causas de la destrucción de la capa de ozono.
IInger Anderson, directora del PNUMA califica el uso del plomo en la gasolina es “el tipo de errores que la humanidad ha estado cometiendo en todos los niveles de nuestras sociedades¨.
Este tipo de errores que nos han llevado a la triple crisis planetaria: la crisis del cambio climático, la crisis de la pérdida de biodiversidad y la crisis de la contaminación.»
Estudios de la OMS han demostrado que la gasolina con aditivos de plomo causa enfermedades cardíacas, accidentes cerebro vasculares, cáncer y contribuye a la muerte prematura del ser humano.
Lo que más ha preocupado a los expertos es la incidencia en el desarrollo de los niños, pues su exposición con este contaminante puede reducir el coeficiente intelectual entre 5 y 10 puntos. El plomo es neurotóxico y puede afectar al sistema nervioso central de una forma irreversible
“Después de un siglo de muertes y enfermedades que afectaron a cientos de millones de personas y degradaron el medio ambiente mundial, estamos determinados a enderezar la trayectoria de la humanidad con una transición acelerada hacia la movilidad eléctrica y el uso de vehículos limpios”, dijo Andersen.
Thomas Midgley era ingeniero y se interesó mucho en las aplicaciones industriales de la química. En 1912 trabajaba para la General Motors Research Corporation en Dayton (Ohio) e investigó sobre un compuesto, el tetraetileno de plomo, y descubrió que reducía de forma significativa el fenómeno conocido como trepidación o golpeteo del motor al combustionar.
En aquella época el plomo era fácil de extraer y de trabajar, y era altamente rentable producirlo a escala industrial.
En 1923, tres grandes empresas estadounidenses, General Motors, Du Pont y Standard Oil de Nueva Jersey (luego EXXON) crearon una empresa conjunta, la Ethyl Gasoline Corporation (más tarde sólo Ethyl Corporation) para fabricar y distribuir el plomo tetraetílico.
Hacia finales de la década de los años cuarenta, un estudiante de Geología, de la Universidad Norteamericana de Chicago llamado Clair Patterson estaba abocado a encontrar un método de medición para determinar la edad de la Tierra.
Trabajando con ese fin, observó que todas las muestras de rocas de aquellos experimentos, estaban contaminadas, y contenían unas 200 veces más plomo del que debía haber de forma natural.
Patterson descubrió que antes de 1923 casi no había plomo en la atmósfera y que los niveles de plomo habían ido aumentando constante y peligrosamente desde entonces. EL 90 % de dicho aumento provendría de la combustión de los automotores y a partir de ese año inició una campaña para que se retirase el plomo de las naftas. El Instituto Americano del Petróleo canceló su contrato de investigación.
En 1970 , se aprobó la Ley de Aire Limpio, consiguiendo que se retirase del mercado toda la gasolina plomada en los Estados Unidos en 1986. Casi inmediatamente se redujo en un 80% el nivel de plomo en la sangre de los estadounidenses.
En 1980, la mayoría de los países desarrollados ya había prohibido el uso de la gasolina con plomo.
En 2002, el PNUMA inició una campaña para eliminar el uso del plomo bajo el nombre de ‘Alianza para Combustibles y Vehículos Limpios’, al menos 86 países todavía la utilizaban.
La cantidad de plomo en la atmósfera sigue aumentando, de una forma completamente legal, en unas cien mil toneladas al año, procedentes sobre todo de la minería, la fundición y las actividades industriales.
Estados Unidos prohibió también el plomo en la pintura de las casas para interior «44 años después que la mayoría de los países de Europa».