Los deportes femeninos están en un buen momento, alcanzando nuevas alturas y pulverizando récords.
Desde el logro de la paridad en los Juegos Olímpicos hasta el aumento de las audiencias de los deportes femeninos, hay mucho que celebrar y explorar.
Sin embargo, todavía persisten muchas brechas de género.
Cinco claves a considerar
1.El deporte femenino está en auge
Por primera vez en la historia, en los Juegos Olímpicos de París 2024 compitió el mismo número de mujeres que de hombres.
Este logro demuestra la extraordinaria trayectoria del deporte femenino desde los primeros Juegos modernos que incluyeron a las mujeres en la competición, en el 1900. Ahí las mujeres apenas representaron el 2,2 por ciento del total de deportistas.
Las audiencias también están creciendo, y hoy 7 de cada 10 personas ven deportes femeninos.
Casi el 73 por ciento afirma ver deportes femeninos como mínimo varias veces al año, un porcentaje que no dista mucho del de personas que ven deportes masculinos con la misma frecuencia (81 por ciento).
La Copa Mundial Femenina de la FIFA de Australia y Nueva Zelandia 2023 tuvo un gran éxito con una asistencia récord.
El torneo logró la mayor audiencia de la historia de los deportes femeninos — unos 2.000 millones de personas—, lo que evidencia su creciente popularidad y un importante cambio de actitud.
2.Beneficios de por vida
El deporte potencia la confianza de las niñas, su resiliencia y su capacidad para trabajar en equipo. Estos beneficios se extrapolan a su vida diaria y las empodera para tomar la iniciativa e intentar cosas que nunca habrían imaginado.
Según un reciente estudio, 80 por ciento de las empresarias de la lista Fortune 500, practicó algún deporte durante su etapa formativa, lo que enfatiza la enorme incidencia que tiene la exposición temprana al deporte en el desarrollo de las jóvenes.
Un informe de Deloitte de 2023 reveló que 85 por ciento de las mujeres encuestadas que habían practicado algún deporte de niñas consideraba que las habilidades desarrolladas habían sido cruciales para su éxito profesional.
A pesar de lo positivo de estos datos, la tasa de abandono del deporte a los 14 años es el doble en el caso de las niñas que en el de los niños debido a factores como las expectativas sociales y la falta de inversión en programas de calidad.
Por ejemplo, 21 por ciento de las deportistas profesionales ha sufrido abusos sexuales al menos una vez durante su infancia en contextos deportivos, en comparación con 11 por ciento de deportistas varones.
Aunque cada vez hay más iniciativas en todo el mundo para hacer un seguimiento de estos casos y darles respuesta, persiste la brecha en cuanto a la magnitud y la prevalencia de la violencia en el deporte y a menudo la labor de prevención es insuficiente.
3.Las deportistas son influyentes modelos a seguir
Aunque la cobertura mediática de las deportistas ha ascendido casi al triple en los tres últimos años, las mujeres siguen recibiendo mucha menos atención que sus homólogos masculinos (apenas el 16 por ciento del total de la cobertura deportiva).
Aumentar la visibilidad de las deportistas es esencial para que las niñas cuenten con modelos que les inspiren a seguir practicando deporte.
Según un reciente estudio de Parity Now, 88 por ciento de las personas aficionadas al deporte ve a las deportistas profesionales como modelos influyentes para las jóvenes.
De acuerdo con World Athletics, las deportistas tienen 14 % más de seguimiento en las redes sociales que sus homólogos masculinos.
4.Las mujeres lideran el futuro del deporte
Las mujeres están asumiendo puestos de liderazgo en el mundo del deporte, impulsando mejores políticas y potenciando la inversión.
Este liderazgo se ha concretado en récords de cobertura y asistencia a los encuentros deportivos femeninos, además de una mayor atención a las demandas de las mujeres, que van desde reducir la brecha salarial hasta abordar las distintas formas de violencia y abusos.
A pesar de estos avances, sigue habiendo obstáculos y prejuicios sexistas. Según el estudio más reciente de la Sport Integrity Global Alliance, de el 2023, las mujeres solo ocupan 26,9 por ciento de los puestos ejecutivos de las federaciones deportivas internacionales. Ese mismo estudio reveló que de las 31 federaciones deportivas internacionales analizadas, sólo tres tenían mujeres al frente.
Por lo que se refiere al Comité Olímpico Internacional, 41 por ciento de las personas que lo componen son mujeres, con más diversidad en cuanto a edad y representación regional.
Las comisiones del COI lograron la representación igualitaria de género en 2022, un aumento histórico que supone un incremento de 100 por ciento desde el 2013.
El número de mujeres en el World Athletics Council ha pasado de ocho a 13, incluida una vicepresidenta senior, lo que ha supuesto lograr la paridad de género cuatro años antes de la fecha objetivo, que la entidad había establecido para el 2027.
También se han impuesto la meta de aumentar el número de entrenadores en al menos 20 por ciento para el Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio 2025.
Aunque París 2024 es un nuevo hito, la representación de las mujeres en cargos de dirección como la jefatura de delegaciones, las oficinas técnicas y el área de entrenamiento sigue siendo muy baja.
En Tokio 2020, sólo había 13 por ciento de entrenadoras.
5.Justicia salarial
La desigualdad salarial en el deporte tiene una larga historia. Un estudio mundial sobre salarios deportivos que hizo Sporting Intelligence en el 2017 demostró que, en la élite deportiva, las mujeres ganan en promedio apenas 1 por ciento de lo que ganan los hombres.
En la lista de Forbes de las 100 personas deportistas mejor pagadas del mundo no hay ninguna mujer y los premios económicos para las deportistas son mucho menores que los de sus homólogos masculinos.
Por ejemplo, en el 2023, el valor de los premios económicos de la Copa Mundial Femenina de fútbol ascendió a USD 150 millones, un incremento de 300 por ciento con respecto a el 2019, aunque la cifra constituye apenas alrededor de un tercio de los USD 440 millones que obtuvieron los hombres en Qatar 2022.
El tenis fue el primer deporte en garantizar premios económicos igualitarios en sus principales torneos.
El Abierto de Estados Unidos marcó la senda en 1973 gracias a la labor de Billie Jean King y a la creación Asociación de Tenis Femenino.
Desde entonces, los cuatro grand slams han adoptado esta política de igualdad en los premios monetarios.
La Asociación de Squash Profesional, la Liga Mundial de Surf y algunas otras organizaciones deportivas profesionales también han igualado los premios para mujeres y hombres.
En el mundo del fútbol, Noruega se convirtió en el 2017 en el primer país en garantizar la igualdad salarial a futbolistas hombres y mujeres cuando representen a su país en competencias internacionales, siguieron el ejemplo, Brasil, Gales y Australia.
Los recientes avances y logros de las mujeres en el deporte son realmente extraordinarios. La voz de las deportistas debe seguir oyéndose en todo el planeta.