La incorporación de equipos de respuesta rápida (ERR) en los hospitales es una oportunidad que permite una identificación temprana y un tratamiento para los pacientes.
La descompensación clínica de los pacientes internados en piso tiene una ocurrencia frecuente, es una fuente de daños y muertes evitables. Muchos de estos episodios son el resultado de una atención médica insuficiente, demorada o incorrecta.
Las organizaciones de salud deben seleccionar un método adecuado que permita al personal de piso requerir la asistencia adicional de individuos especialmente entrenados cuando la condición del paciente parezca empeorar.
El ERR consiste en un grupo multidisciplinario (médicos intensivista, enfermeros de UTI, kinesiólogos respiratorios, entre otros) que acude a la evaluación del paciente en el Área de Hospitalización General, al presentar datos clínicos que muestren deterioro y alta posibilidad de complicaciones letales en las horas próximas.
Deben estar disponibles, responder inmediatamente cuando se los llama, encontrarse en la institución con fácil accesibilidad y tener las habilidades requeridas para evaluar y responder ante situaciones críticas.
El éxito del ERR no consiste únicamente en acudir a valorar a la cabecera del enfermo, sino en ser un sistema en el que se debe involucrar a todo el personal que trabaja en el hospital; quienes deberán conocer los datos clínicos del deterioro del paciente para poder activar una alarma, ¨código riesgo de vida ¨, y así permitir la intervención de un ERR.
Diversos estudios indican que los pacientes a menudo exhiben signos y síntomas de inestabilidad fisiológica por algún período de tiempo antes del paro cardíaco.
Una de las principales metas de los ¨Sistemas de Respuesta Rápida (SRR)¨ es prevenir los paros cardiorrespiratorios y la elevada mortalidad asociada a los eventos inesperados en pacientes hospitalizados.
Debido a que existe un período de inestabilidad que precede a estos procesos, los SRR serán capaces de reconocer precozmente y actuar ante estas situaciones, pudiendo traducirse en una mejora en las condiciones de ingreso, disminuir las complicaciones y el número de ingresos en UCI o, incluso, la mortalidad hospitalaria.
Hay centros que optan por un equipo liderado por enfermería en colaboración con un especialista médico, todos los miembros del equipo pertenecen al servicio de cuidados intensivos, otros centros, prefieren un liderazgo conjunto.
De esta manera, el líder del ERR, estaría específicamente cualificado y preparado para realizar la valoración inicial de aquellos pacientes que comiencen a inestabilizarse hemodinámicamente durante su estancia hospitalaria.
El personal de enfermería de Cuidados Intensivos sería la persona encargada en activar posteriormente, si fuera necesario, al resto del equipo y en este caso al ¨médico Intensivista¨.
El papel de enfermería en un equipo ERR, requiere de habilidades específicas que incluyen: la identificación precoz de signos de inestabilidad, el reconocimiento de datos de laboratorio claves, la capacidad de atención a pacientes complejos con diferentes patologías, la implementación de protocolos basados en la evidencia y la capacidad de trabajo en equipo.
Esta capacidad es necesaria para la interacción tanto con el personal de hospitalización como con el médico intensivista al que deberá consultar sus acciones.
Este equipo está para actuar y ajustar tratamientos en situaciones específicas, una vez solucionado el problema, la atención posterior del paciente dependerá de su evolución y si no requiere ingreso en UCI, pasará a ser del equipo médico que le llevaba con anterioridad
Criterios de activación, los siete criterios más comunes de activación de los Sistemas de Respuesta Rápida, incluyen:
- Frecuencia cardíaca mayor de 140lpm o menor de 40lpm.
- Frecuencia respiratoria mayor de 28rpm o menor de 8rpm.
- Tensión arterial sistólica por encima de 180mmHg o por debajo de 90mmHg.
- Saturación de oxígeno menor de 90% (con aporte de oxígeno).
- Cambio repentino en la situación neurológica.
- Oliguria menor de 50ml durante 4 horas.
- Percepción de gravedad referida por parte de la enfermera responsable.
Además, se pueden incluir como criterios adicionales los siguientes: • Dolor torácico sin remisión con nitroglicerina • Compromiso en la vía aérea • Dolor incontrolable con analgésicos y trastorno convulsivo.
Para poder implementar correctamente este sistema, se hace imprescindible la creación de una escala de valoración del paciente, incluyéndolo en el Sistema de Respuesta Rápida, para diferenciarlo del resto de pacientes hospitalizados en esa planta que no precisan de este recurso.
Existen diferentes escalas de valoración con diferentes ¨score¨, permitiendo la activación o no del ¨código riesgo de vida¨, entre ellas, se encuentra el método Ductch-Early-NurseWorry-Indicator-Score (DENWIS) en donde el personal de enfermería y sus percepciones de gravedad y deterioro del paciente, adquieren especial protagonismo .
El sistema de reconocimiento precoz o Early Warning Score (EWS) se basa en determinadas modificaciones de los parámetros de los signos vitales y facilita la comunicación por parte de enfermería de la necesidad de valorar al paciente. Se plantea la incluisión el “ojo clínico” o “detección de alarma” de enfermería.
Pautas del accionar:
La activación, en algunas instituciones dan un marco de sólo 5 minutos para responder y en otras son más flexibles, dando plazos de hasta 30 minutos.
La resolución, debería estar encaminada en un plazo no mayor a cuarenta minutos/1hora, pudiendo reincorporarse los miembros del equipo a sus tareas habituales y seguir el paciente bajo el control del médico de piso o bien ser trasladado a una unidad con mayor intensidad de cuidados.
La implantación del Sistema de Respuesta Rápida (SRR) puede ir asociado a la creación de un Servicio de Cuidados Intermedios en los que se pueda atender correctamente a pacientes que necesitan un cuidado y control más exhaustivo, que no requieren cuidados tan complejos como los prestados en una UCI.
La implementación de un Sistema de Respuesta Rápida (SRR), supone un cambio en la perspectiva y en la organización del hospital, consiguiendo mediante la formación y la sensibilización de todos los trabajadores, un cambio cultural y organizacional centrado en la detección precoz y en la inmediatez de respuesta creado por y para el paciente.
Esta implementación se englobaría dentro de los desafíos de atención, colaborando en la consecución de la excelencia, de atención de un hospital, al incrementar la eficiencia de los procesos y la seguridad de los pacientes.
Es urgente crear y fortalecer una cultura de seguridad en hospitales mediante la implementación de sistemas de respuesta rápida; con la automatización de estos sistemas se posibilitan excelentes resultados.
La identificación oportuna lleva a un tratamiento inmediato con efecto positivo en las metas de atención y supervivencia.