Difusión del conocimiento de las ciencias médicas

30/10/2022

Adolescencia y juventud – Riesgos l

Por Dra.Alicia Parra

. Lectura de 5 minutos

Las probabilidades de supervivencia de adolescentes y jóvenes adultos son muy variables de acuerdo al lugar del mundo donde habiten.

En  el 2020, la probabilidad más alta de morir entre los 10 y los 24 años se producía en el África subsahariana, Oceanía (excluyendo Australia y Nueva Zelandia) África septentrional y Asia meridional.

En promedio, la probabilidad general de que un niño de 10 años muriera antes de cumplir los 24 era 6 veces mayor en el África subsahariana que en América del Norte y Europa.

Principales problemas de salud:
1- Lesiones y traumatismos:

Las lesiones y traumatismos no intencionados son una de las principales causas de muerte o discapacidad entre los adolescentes. En el 2019 murieron casi 100 000 adolescentes (de 10 a 19 años) a consecuencia de accidentes de tránsito.

Muchos de ellos eran «usuarios vulnerables de las vías de tránsito», esto es, peatones, ciclistas o usuarios de vehículos de dos ruedas motorizados. En muchos países hacen falta leyes más amplias de seguridad vial y reforzar la aplicación de las leyes existentes.

 Los conductores jóvenes deben recibir asesoramiento sobre la conducción segura, sin olvidar, que las leyes que prohíben conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, deben aplicarse con rigor a todos los grupos de edades.

 Los niveles prescritos de alcoholemia deben ser más bajos para un conductor joven que para un adulto.

Se recomienda la implantación de un permiso progresivo para conductores noveles, con tolerancia cero para la conducción bajo los efectos del alcohol.

 El ahogamiento es otra de las principales causas de muerte de los adolescentes: se calcula que en 2019, se ahogaron más de 40.000 adolescentes, siendo las  tres cuartas partes de ellos varones. Una intervención esencial para prevenir estos fallecimientos es enseñar a nadar a los niños y a los adolescentes.

2- Violencia:

La violencia interpersonal se encuentra entre las principales causas de mortalidad de adolescentes y jóvenes en el mundo, aunque su participación varía sustancialmente de una región del mundo a otra.

En los países de ingresos bajos y medianos de la Región de las Américas de la OMS es la causa de un tercio de las muertes de varones adolescentes.

Según los datos de la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE), un 42% de los chicos adolescentes y un 37% de las chicas estaban expuestos a intimidación.

 La violencia sexual afecta a una importante proporción de los jóvenes: 1 de cada 8 jóvenes da cuenta de abusos sexuales.

La violencia durante la adolescencia también acrecienta el riesgo de lesiones, infección por el HIV, otras infecciones de transmisión sexual, problemas de salud mental, mal rendimiento en la escuela, deserción escolar, embarazo precoz, problemas de salud reproductiva y enfermedades transmisibles y no transmisibles.

.Las estrategias más eficaces de prevención y respuesta, son el fomento de la parentalidad, el desarrollo en la primera infancia, la prevención de la intimidación en el medio escolar, programas que fomenten las aptitudes sociales y para la vida, e intervenciones comunitarias para reducir el acceso al alcohol y las armas de fuego.

 La prestación de una atención eficaz y empática a los adolescentes sobrevivientes de la violencia, proporcionándoles un respaldo continuo, puede ayudar a manejar sus consecuencias físicas y psicológicas.

3- Salud mental:

La depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes y el suicidio es la segunda causa de defunción entre los 15 y los 19 años.

Los trastornos de salud mental justifican un 16% de la carga mundial de morbilidad y lesiones en las personas de entre 10 y 19 años.

La mitad de todos los trastornos de salud mental en la edad adulta comienzan antes de los 14 años, pero en la mayoría de los casos no son detectados ni tratados.

 Muchos son los factores que inciden en el bienestar y la salud mental de los adolescentes. La violencia, la pobreza, la estigmatización, la exclusión y la vida en entornos frágiles o de crisis humanitaria pueden aumentar el riesgo de la generación de problemas de salud mental. No ocuparse de los trastornos de salud mental de los adolescentes tiene consecuencias que se extienden a la edad adulta, perjudicando la salud física y mental de la persona y restringiendo sus posibilidades de llevar una vida plena.

El cultivo de las aptitudes socioemocionales de niños y adolescentes y el hecho de proporcionarles apoyo psicosocial en la escuela y en otros espacios comunitarios pueden ayudar a promover un buen estado de salud mental.

 También, son importantes los programas que ayudan a reforzar el vínculo entre los adolescentes y su familia y a mejorar la calidad de su entorno doméstico. En caso de que surjan problemas, estos deben ser detectados y manejados a tiempo por profesionales sanitarios competentes y solícitos.

 4- Consumo de alcohol y drogas:

Su ingesta puede reducir el autocontrol y alimentar comportamientos arriesgados, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción peligrosa, siendo una causa subyacente de lesiones (en particular a consecuencia de accidentes de tránsito), violencia y muerte prematura.

Más de una cuarta parte de las personas de entre 15 y 19 años del mundo, aproximadamente 155 millones de adolescentes, son consumidores de alcohol.

El cannabis es la droga psicoactiva que más utilizan los jóvenes: alrededor de un 4,7% de las personas de 15 a 16 años lo consumieron, al menos una vez, en el 2018.

 El consumo de alcohol y drogas por parte de niños y adolescentes viene asociado a alteraciones neurocognitivas,  que más adelante, pueden generar problemas de comportamiento, emocionales, sociales o académicos.

 La prevención del consumo de alcohol y drogas es un importante ámbito de trabajo en materia de salud pública. Esta labor pueden ser estrategias e intervenciones dirigidas a la población y actividades en la escuela, la comunidad, la familia o a nivel individual.

 Entre las principales fórmulas para reducir el consumo de alcohol en la adolescencia están el establecimiento de una edad mínima para comprar y consumir alcohol, la eliminación de la mercadotecnia y la publicidad dirigida a los menores.

5- Consumo de tabaco:

La mayoría de las personas, que hoy,  consumen tabaco empezaron a hacerlo en su adolescencia. Es crucial prohibir la venta de productos de tabaco a los menores (menores de 18 años) y aumentar el precio de los productos del tabaco gravándolos con impuestos más elevados, prohibir la publicidad del tabaco y garantizar espacios libres de humo.

A escala mundial, al menos 1 de cada 10 adolescentes de entre 13 y 15 años consume tabaco, aunque hay zonas donde esta cifra es mucho más alta.

Atentos al espacio asignado ampliaremos el tema en forma independiente.

Fuentes:

Imagen: Microjuris- https://aldia.microjuris.com/2015/01/13/campana-contra-la-violencia-entre-parejas-adolescentes/ Organización Mundial de la Salud-https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/adolescents-health-risks-and-solutions

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