El virus del dengue es un virus de ARN perteneciente al género Flavivirus y transmitido por mosquitos Aedes.
Se conocen cuatro serotipos del virus del dengue antigénicamente distintos (DENV), DENV-1 a DENV-4.
La incidencia del dengue ha aumentado sustancialmente en las últimas décadas. Se estima que anualmente ocurren casi 400 millones de infecciones, aunque la mayoría son leves y asintomáticas.
El dengue constituye una importante amenaza para la salud pública mundial, con riesgo de infección en más de 125 países, incluidos muchos de América Latina, se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado, el Aedes aegypti en el continente americano.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el número de casos de dengue en las Américas se incrementó en las últimas cuatro décadas y pasó de 1.5 millones de casos acumulados en la década del 80, a 16.2 millones en la década del 2010-2019.
En Argentina, según el último reporte del Boletín Epidemiológico Nacional en su semana 43, se registraron 132.237 casos de dengue desde enero: 123.538 autóctonos, 1.584 importados y 7.151 en investigación.
El pasado 2 de octubre, el organismo sanitario internacional recomendó «administrar la nueva vacuna Qdenga contra el dengue a los niños de 6 a 16 años que viven en zonas donde esta enfermedad constituye un importante problema de salud pública».
El dengue no se limita a regiones endémicas y es la infección más frecuente diagnosticada en viajeros que regresan de los trópicos.
En la Argentina es epidémico, y la ocurrencia de casos es prioritaria en los meses de mayor temperatura (noviembre a mayo) en estrecha relación con la ocurrencia de brotes en los países limítrofes.
La circulación de este virus se ha identificado en 15 jurisdicciones correspondientes a cuatro regiones:
- Región Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe);
- región Cuyo: San Luis;
- región NEA (Corrientes; Formosa; Chaco) y
- región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero y Tucumán).
Además, presentan una distribución territorial amplia con un mayor número de casos en las regiones del NOA y centro, predominado la circulación de DEN-2 y, en menor medida, DEN-1. Esto es una importante diferencia respecto de otros años en que predominó el DEN-1.
La infección por DENV puede dar lugar a una amplia gama de manifestaciones, desde asintomáticas hasta enfermedades graves, que incluyen el shock circulatorio por dengue, hemorragia interna y disfunción orgánica.
Varios factores pueden aumentar el riesgo de enfermedad grave, como el serotipo, la edad y ciertas comorbilidades.
Además, la infección secundaria con un serotipo distinto del DENV puede aumentar el riesgo de dengue grave debido a un fenómeno conocido como enfermedad amplificada por anticuerpos (ADE).
Actualmente, no existe un medicamento contra el dengue autorizado y el tratamiento se basa en la terapia de fluidos de apoyo.
Las medidas para el control y la supresión de vectores (como la reducción de la abundancia de recipientes de agua que pueden constituir criaderos de mosquitos Aedes , el uso de insecticidas o mallas/mosquiteros, o la prevención de picaduras/transmisión) no son suficientes para prevenir de manera sostenible los brotes.
Vacunas autorizadas contra el Dengue
Dos vacunas contra el dengue, CYD-TDV (Dengvaxia, del laboratorio Sanofi Pasteur) y TAK-003 (Qdenga, del laboratorio Takeda), están actualmente autorizadas para su uso en varios países del mundo.
Ambas son vacunas vivas atenuadas tetravalentes.
Qdenga (TAK-003) se construye a partir del virus del dengue serotipo 2, que ofrece la ‘estructura’ genética para los cuatro virus de la vacuna.
TAK-003 recibió su primera aprobación en agosto de 2022 en Indonesia, seguida por la Unión Europea en diciembre de 2022 y el Reino Unido en enero de 2023 y recientemente por ANVISA. Fue aprobada por ANMAT el 26 de abril de este año a partir de los 4 años de edad.
Vacuna Qdenga (TAK-003):
Los efectos adversos más frecuentes dolor y eritema en el sitio de aplicación, cefalea, mialgia, malestar general, astenia y fiebre.
- Indicación: Prevención del dengue causado por cualquier serotipo de DENV en individuos de ≥4 años de edad, independientemente de la exposición previa al dengue.
- Modo de administración: Uso subcutáneo.
- Esquema de dosis: Dos dosis (con tres meses de difrenecia).
- Presentación: Vacuna liofilizada para la reconstitución.
- Contraindicación: al ser una vacuna compuesta por virus vivos atenuados, está contraindicada para embarazadas, mujeres en período de lactancia y personas inmunodeprimidas.
Resultados: demostró «una reducción del 84% de las hospitalizaciones por dengue y una disminución del 61% los casos de dengue sintomático«.
Vacuna Dengvaxia (CYD-TDV) se basa en el esqueleto del virus de la fiebre amarilla en el que los genes de la pre membrana y la cubierta se han reemplazado con genes homólogos de los 4 serotipos de DENV.
CYD-TDV se aprobó por primera vez para su uso en México, en diciembre de 2015, y se introdujo inicialmente en programas públicos de inmunización en Filipinas y Brasil.
Paraguay, es considerado un país con alta endemicidad e inició la vacunación contra dengue con Dengvaxia en enero del 2020, a personas de 9 a 45 años, que hayan tenido Dengue con absoluta certeza (certificada por laboratorio) con un esquema de tres dosis y que viva en dichas zonas.
CYD-TDV está aprobado en ≥ 20 países en todo el mundo para su uso en personas con infección previa por DENV confirmada por laboratorio y de 9 a 45 años de edad, aunque el grupo de edad objetivo puede variar según el país de 6 a 60 años.
Por ejemplo, la Agencia Europea del Medicamento lo recomienda para personas de 6 a 45 años, mientras que en Estados Unidos solo está autorizado para niños y adolescentes de 9 a 16 años
Un grupo de expertos y las autoridades sanitarias consideraron que, en base a los datos presentados, ninguna de las vacunas cumple una función de bloqueo frente a un brote de dengue, que es lo que ocurre en nuestro país.
Asimismo, consideraron que la mayor carga de enfermedad, que se traduce en sobrecarga del sistema de salud, está vinculada a las formas leves o moderadas que no requieren hospitalización.
Por su parte, la tasa de mortalidad y de formas graves es baja, de modo que la incorporación de una vacuna podría pensarse para bajar la carga de enfermedad, y evitar la sobrecarga en el sistema de salud.
Hay que destacar que, en enfermedades transmitidas por vectores, la vacunación no es ni debe ser la única estrategia de prevención, aun cuando pudiera contarse con vacunas eficaces, seguras y económicas.
El mismo vector Aedes aegypti es capaz de transmitir otros virus como el Zika y el Chikungunya, para los cuales aún no se cuenta con vacunas.
Ninguna de las vacunas se evaluó en la población adulta, pero la eficacia se dedujo de la eficacia clínica demostrada en niños en función de los datos puente de inmunogenicidad.
La vacuna contra el dengue, que a fines de abril fue aprobada por la Anmat, ya se encuentra disponible para su comercialización en la Argentina
La vacuna es solo una herramienta más y lo fundamental es la prevención, incluyendo tareas de prevención, ciudadanas, comunitarias y estatales,