Ocho de los 10 años más cálidos de nuestro planeta se produjeron en la última década, según el análisis de varias organizaciones (NASA, Administración Nacional Oceánica y Atmosférica – NOAA-, y Berkeley Earth).
El planeta se está calentando por el resultado de actividades humanas, que expulsan gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Una gran fábrica que capture carbono del aire podría ayudar a crear la industria que el mundo necesita para evitar los actuales niveles peligrosos de calentamiento. Las empresas Climeworks, Carbon Engineering, Carbon Collect, entre otras, ya lo están haciendo.
En septiembre del año 2021, Climeworks puso en marcha “Orca” , la fábrica más grande diseñada hasta la fecha diseñada para eliminar el CO2 del aire.
La instalación, situada en las afueras de Reikiavik (Islandia), puede capturar 4.000 toneladas métricas de dióxido de carbono al año.
Grandes ventiladores aspiran el aire a través de un filtro, donde los materiales se unen con las moléculas de CO2. El socio de la empresa, Carbfix, después mezcla el dióxido de carbono con agua y lo introduce bajo tierra, donde reacciona con la roca basáltica y finalmente se convierte en piedra.
La fábrica funciona completamente con electricidad libre de carbono, proveniente principalmente de una central geotérmica cercana.
Cada módulo de Orca está formado por una docena de unidades de eliminación de carbono. El aire pasa a través de rejillas y sobre un filtro que atrapa el dióxido de carbono con productos químicos adsorbentes.
Cuando los filtros están llenos, las rejillas se cierran en la parte delantera de la unidad y las tuberías bombean calor al espacio cerrado, lo que libera el CO2 de los filtros.
El dióxido de carbono se bombea a una zona donde se prepara para su almacenamiento, este proceso se realiza antes de que las compuertas se abran de nuevo para reiniciar el proceso.
Orca está formada por módulos que pueden combinarse de diferentes maneras, posibilidad que facilita la reproducción de la planta en todo el mundo.
En la parte posterior de cada módulo, los ventiladores devuelven el aire filtrado a la atmósfera. Las tapas flexibles de los ventiladores garantizan que los fuertes vientos islandeses no arrastren los trozos sueltos de los filtros.
Tras capturarse, el dióxido de carbono se transforma en minerales sólidos de carbonato, que se ven como manchas claras en una matriz de roca basáltica oscura.
El dióxido de carbono se presuriza y se mezcla con agua antes de transferirse a través de enormes tuberías a la empresa que lo bombea bajo tierra para almacenarlo.
Los pozos de inyección operados por Carbfix bombean dióxido de carbono a 1.000 metros bajo tierra, donde reacciona con la roca basáltica y se fija con forma de mineral en el transcurso de dos años.
Una nueva planta de Climeworks entrará en funcionamiento, llamada ¨Mammoth¨, tendrá la capacidad tendrá la capacidad de capturar 36.000 toneladas, 9 veces más dióxido de carbono que la actual Orca.
Ambas plantas se encuentran ubicadas en el parque geotérmico de Hellisheiði en Islandia, pudiendo utilizar esta energía renovable para alimentar sus operaciones y así poder separar el CO2 del aire limpio.
Las mismas convierten el dióxido de carbono en piedras y su ubicación en Islandia resulta ideal ya que podrán almacenar éstas piedras bajo la superficie de esta isla.
Climeworks estima que para fines de la década de 2030 reducirá los costes entre 600 y 800 dólares por tonelada de carbono a alrededor de 100 a 150 dólares.
Según la agencia internacional de energía (IEA), no hay más de 20 plantas de este tipo en el planeta.
Para lograr un verdadero impacto positivo en el medio ambiente, tendría que haber plantas de captura de aire capaces de absorber 85 millones de dióxido de carbono.
Lograr limpiar el planeta de los gases de efecto invernadero, requerirá plantas que sean capaces de absorber un millón de toneladas de dióxido de carbono por año, cada una.
Los emprendedores ya han vendido sus servicios de eliminación de CO2 a un número cada vez mayor de personas y empresas, incluidas Microsoft, Stripe y Square, Swiss Re, Shopify y Audi.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) considera que, la eliminación del carbono, es esencial para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados, y está objetivo está ganando adeptos entre los inversores.
Según Fortune Business Insights, se prevé que el mercado mundial de captura y almacenamiento de carbono crecerá de los 1.900 millones de euros que realizó en el 2021 hasta los casi 7.000 millones en el 2028.
Los datos de Pitch Book indican que hay 55 empresas apoyadas por capital riesgo que se dedican al ecosistema de captura de carbono de Europa.
Los startups del sector recaudaron 50 millones de euros en 20 operaciones a lo largo del 2021, una cifra que se ve empequeñecida por los casi 1.000 millones de euros del 2022 en 12 operaciones.
La startup suiza Climeworks ha sido la que más dinero ha captado, con una ronda de más de 600 millones de euros.
Es probable que la extracción de carbono de la atmósfera, tanto por medio de la naturaleza como de la tecnología, constituya una parte importante del esfuerzo mundial para reducir las emisiones y evitar los peores efectos de la crisis climática.