Este informe de síntesis AR6 “Cambio Climático 2023” resume cinco años de recopilación de datos sobre el aumento de la temperatura global, las emisiones de combustibles fósiles y los impactos climáticos.
La viabilidad de que la humanidad viva dentro de los límites planetarios depende de las medidas que se tomen en los próximos siete años.
Se detalla las principales conclusiones de este informe y las acciones que hay que llevar a cabo para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.
El Informe de síntesis AR6 –Cambio Climático 2023 concluye, que a pesar de los avances en políticas y legislación en torno a la mitigación del cambio climático desde el anterior informe de este tipo del 2014, es “probable que el calentamiento supere los 1,5°C durante el siglo XXI”.
El informe de Síntesis ( SYR) es la culminación de un ciclo de informes ( la sexta evaluación) que se han publicado en los últimos cinco años.
Demuestra la existencia de un consenso científico innegable sobre la urgencia de la crisis climática, sus causas principales, sus devastadores efectos actuales – especialmente en las regiones más vulnerables al clima- y los daños irreversibles que se producirán si el calentamiento supera los 1,5°C, aunque sea temporalmente.
Su objetivo es proporcionar a los responsables políticos una comprensión actualizada del cambio climático, sus repercusiones, sus riesgos futuros, y además, poner de relieve soluciones y opciones para hacerle frente.
Este informe, redactado por 39 científicos, se divide en tres secciones ordenadas por plazos:
- Situación actual y tendencias, recorriendo la historia hasta llegar a nuestros días.
- Futuros del clima y el desarrollo a largo plazo, que proyecta escenarios hasta el 2100.
- Respuestas a corto plazo en un clima cambiante, que examina los actuales marcos temporales de la política internacional desde la actualidad hasta el 2030.
Principales conclusiones:
- El cambio climático de origen humano ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del planeta, con pérdidas y daños generalizados, tanto para la naturaleza como para las personas.
- Las emisiones del GEI provocarán un aumento de calentamiento global a corto plazo, y es probable que éste alcance 1,5°C entre el 2030 y el 2035.
- Actualmente estamos en torno al 1,1°C de calentamiento y se prevé que las políticas climáticas actuales aumenten el calentamiento global en 3,2°C para el 2100.
- El IPCC tiene una “confianza” muy alta en que los riegos y efectos adversos del cambio climático se agravan con el aumento del calentamiento global.
- Para no sobrepasar el límite de 1,5°C, las emisiones deben reducirse al menos un 43 % en el 2030 respeto de los niveles el 2019, y al menos un 60% para el 2035. Esta es la década decisiva para conseguirlo.
- Las pérdidas y los daños afectarán desproporcionadamente a las poblaciones pobre y vulnerables, en particular a las de África y los países menos desarrollados creando más pobreza.
- Dar prioridad a le equidad, la justicia social, la inclusión y los procesos de transición justos permitiría llevar a cabo acciones ambiciosas de mitigación del cambio climático y un desarrollo resistente al clima.
- En todos los sectores y regiones, la financiación de la mitigación del cambio climático no alcanza los niveles necesarios para limitar el calentamiento por debajo de 2°C o 1,5°C.
- Los flujos de financiación pública y privada destinados a los combustibles fósiles siguen siendo mayores que los destinados a la adaptación y mitigación del cambio climático.
- Para garantizar que los sistemas energéticos sean emisores netos de CO2 cero, necesitamos “una reducción sustancial del uso total de combustibles fósiles, un uso mínimo de combustibles fósiles no reducidos y el uso de la captura y almacenamiento de carbono en los sistemas combustibles fósiles restantes. Además, la conservación, la eficiencia energética, y una mayor integración en todo el sistema energético”.
El IPCC es la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargada de evaluar a la ciencia relacionada con el cambio climático y está formado por 195 países miembros.
Tenemos que ver el 1,5°C, no como un objetivo sino como un techo. Superarlo significa entrar en una zona de peligro, más allá de los límites planetarios en los que la vida natural, animal y humana ha florecido durante millones de años.
Aún estamos a tiempo de de evitarlo, pero la mayor amenaza es la apatía. Con ella, los impactos del cambio climático seguirán empeorando.
El coste de la inacción es mucho mayor que el de la acción, y las repercusiones financieras afectará a todos, gobiernos, empresas y familias.
Cada fracción de grado cuenta. Ya estamos viendo el impacto desproporcionado que el calentamiento de 1,1°C está teniendo a nivel mundial, sobre todo, en las vidas y los medios de subsistencia de las comunidades más vulnerables.
Según el IPC, casi la mitad de la población mundial vive en esta zona de peligro del impacto climático, donde sus vidas y medios de subsistencia están amenazados por fenómenos meteorológicos extremos, más frecuentes e intensos, como inundaciones y sequias, que repercute en la seguridad alimentaria e hídrica, así como en la pérdida de ecosistemas naturales vitales.
En realidad, la diferencia entre 1,5°C y 2° C no es simplemente un aumento de la temperatura de 0,5°C, significa que los riesgos climáticos se duplicaron.
Tenemos que actuar ahora para proteger a las comunidades vulnerables al clima , al tiempo que adoptamos medidas para lograr un futuro más limpio, saludable y próspero.
Existen soluciones para reducir las emisiones al menos un 43 % en los próximos siete años.
El IPCC subraya que para lograrlo necesitamos una transición “ de los combustibles fósiles sin captura y almacenamiento de Carbono ( CAC) a fuentes de energía de muy bajo o nulo contenido en carbono, como las energías renovales o los combustibles fósiles con CAC, medidas del lado de la demanda y mejora de la eficiencia”.