Estos son algunos de ellos:
Las refinerías de petróleo son una fuente importante de los contaminantes atmosféricos: material particulado (MP), óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), ácido sulfhídrico (H2S), dióxido de azufre (SO2) y contaminantes atmosféricos tóxicos peligrosos, así como compuestos orgánicos volátiles tales como los compuestos de BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xileno).
La combinación de compuestos orgánicos volátiles y óxidos de nitrógeno también contribuye a la formación de ozono a nivel del suelo. Estos gases pueden causar estragos en las comunidades que se encuentran cercanas a los establecimientos de producción, transmisión y almacenamiento de combustibles fósiles.
Algunas de las sustancias químicas liberadas pueden causar cáncer y agravar algunas afecciones respiratorias, como el asma infantil. Las emisiones liberadas a través de chimeneas o respiraderos suelen ser las fuentes de emisiones de mayor magnitud en una refinería.
Las emisiones fugitivas que provienen de tanques de almacenamiento, tanques de enfriamiento, conectores de cañerías, válvulas, fugas de equipos, bridas, bombas, compresores, dispositivos de liberación de presión, transferencia de materias primas, etc., pueden transgredir los estándares de calidad del aire ambiente e incluso superar las emisiones de las chimeneas.
1- MATERIAL PARTICULADO 2,5 (MP2,5)
Existe una estrecha relación entre los niveles de ¨material particulado¨ en el aire y numerosos efectos adversos sobre la salud. Las partículas más pequeñas (partículas finas) tienen efectos mucho más adversos sobre la salud que las partículas más grandes.
Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos: “Las partículas con un diámetro inferior a 10 micrones (PM10) constituyen un problema para la salud ya que pueden inhalarse y acumularse en el sistema respiratorio. Las partículas con un diámetro inferior a 2,5 micrones (PM2,5) se denominan partículas ‘finas’ y se las consideran las más peligrosas para la salud.
Debido a su tamaño (menos de 1/7 del grosor promedio de un cabello humano), las partículas finas pueden alojarse profundamente en los pulmones.” “Estudios realizados en el área de la salud muestran una asociación significativa entre la exposición a partículas finas y la mortalidad prematura.
Otros efectos importantes incluyen la agudización de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares (teniendo en cuenta la mayor cantidad de hospitalizaciones, consultas en servicios de emergencias, ausencias de la escuela y el trabajo, y días de restricción de actividades), enfermedades pulmonares, deterioro de la función pulmonar, ataques de asma y algunos problemas cardiovasculares, como ataques cardíacos y arritmias cardíacas.
Entre las poblaciones particularmente sensibles a la exposición a partículas finas se encuentran las personas adultas mayores, las personas con enfermedades pulmonares y cardíacas, y las niñas y niños”.
2- DIÓXIDO DE AZUFRE
El dióxido de azufre se origina en la combustión del petróleo y el carbón, compuestos ambos que contienen azufre.
Puede causar problemas de salud, especialmente en personas con afecciones cardíacas y pulmonares. También, irrita las vías respiratorias y aumenta el riesgo de sufrir infecciones en dicho tracto. Causando tos y secreción mucosa, y agudiza enfermedades como el asma y la bronquitis crónica.
Al entrar en contacto con el agua de la atmósfera, el dióxido de azufre genera ácido sulfúrico (fenómeno conocido como lluvia ácida), el cual, puede afectar la infraestructura urbana, los bosques, los cuerpos de agua y la vida acuática.
3- DIÓXIDO DE NITRÓGENO
El dióxido de nitrógeno (NO2) forma parte de un grupo de gases muy reactivos, conocidos como óxidos de nitrógeno (NOx). Este gas ingresa al aire principalmente como resultado de la quema de combustible.
El NO2 proviene de las emisiones de autos, camiones y autobuses, centrales eléctricas y maquinaria de trabajo. Respirar aire con una alta concentración de NO2 puede irritar las vías respiratorias del ser humano.
La exposición prolongada a concentraciones elevadas de NO2 puede contribuir al desarrollo del asma y aumentar potencialmente la susceptibilidad a contraer infecciones respiratorias.
El dióxido de nitrógeno junto con otros NOx reacciona con otras sustancias químicas en el aire y forma material particulado y ozono. Ambos también son nocivos si se inhalan, afectando el sistema respiratorio.
4- COMPUESTOS ORGÁNICOS VOLÁTILES
Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son sustancias que contienen carbono y pueden transformarse rápidamente en vapores o gases. Estos COV pueden provenir de diversos productos o elementos que utilizamos en la vida cotidiana. La mejor forma de determinar la presencia de COV en el aire es a través de su olor característico.
Algunos COV habituales provenientes de instalaciones gasíferas y petroleras y sus implicancias para la salud:
4.1. El benceno: la exposición de largo plazo afecta principalmente a la sangre, causando efectos nocivos en la médula ósea, reduciendo el conteo de glóbulos rojos, generando anemia.
Puede provocar sangrado excesivo y afectar el sistema inmunitario, lo que, a su vez, incrementa la probabilidad de contraer infecciones.
La exposición prolongada puede generar trastornos sanguíneos como la leucemia, problemas reproductivos y alteraciones en el desarrollo, además de otros tipos de cáncer.
4.2 Tolueno: la exposición a concentraciones bajas o moderadas puede causar dolores de cabeza, mareos, cansancio, confusión, debilidad, acciones características del estado de embriaguez, pérdida de la memoria, náuseas y pérdida del apetito.
Estos síntomas suelen desaparecer cuando la exposición cesa. El tolueno puede afectar el sistema nervioso. La exposición diaria de largo plazo a esta sustancia en el lugar de trabajo puede ocasionar la pérdida parcial de la audición y de la visión cromática.
La inhalación reiterada de tolueno proveniente de pegamentos o disolventes puede dañar el cerebro en forma permanente.
La exposición a altas concentraciones de tolueno durante el embarazo, como las asociadas al abuso de solventes, puede tener efectos negativos en el desarrollo, como, por ejemplo, disminución de las capacidades mentales y del crecimiento en la infancia.
4.3 Etilbenceno: la exposición a altas concentraciones en el aire por períodos cortos puede causar irritación en los ojos y la garganta.
La exposición a concentraciones aún más altas puede ocasionar mareos.
4.4 Xileno: la exposición a altas concentraciones puede causar dolores de cabeza, falta de coordinación muscular, mareos, confusión y cambios en el sentido del equilibrio.
También puede causar irritación en la piel, los ojos, la nariz y la garganta; dificultad para respirar; problemas en los pulmones; aumento del tiempo de reacción; problemas de memoria; malestar estomacal; y posiblemente cambios en el hígado y los riñones.
En concentraciones muy elevadas, puede causar la pérdida del conocimiento e incluso la muerte.
Dado el espacio asignado, continuaremos en forma independiente, sugerimos leer su parte ll.