La lista fue actualizada en el mes de Febrero del año 2.018 en un documento público en el cual se recogen estrategias y planes de contingencia para hacer frente a las amenazas que representan.
La O.M.S. identificó como un riesgo global a las siguientes enfermedades:
- Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
- Enfermedad del virus del Ébola.
- Enfermedad por virus de Marburgo.
- Fiebre de Lassa.
- Síndrome respiratorio por Coronavirus de Oriente Medio (MERS).
- Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS).
- Fiebre del Valle del Rift.
- Zika.
- Enfermedad X.
Dada la imposibilidad de incluir a todas en una sola presentación, por mas sucinta que sea, en esta Parte 1 incluiremos las tres primeras. Continuando en presentaciones independientes.
1. Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo:
Su denominación proviene de la primera descripción de una fiebre hemorrágica que se produjo en la península de Crimea en 1944. La misma afectó a tropas soviéticas que dormían a la intemperie y fueron picadas por garrapatas.
Se demostró la etiología vírica al año siguiente aunque el virus no pudo aislarse en 1967.
En 1969, se demostró que el agente de la fiebre de Crimea era idéntico a un virus aislado en 1956 de la sangre de personas, en el entonces llamado Congo Belga. Desde entonces se usan ambos nombres combinados para designar la enfermedad.
Esta enfermedad es endémica en varios países africanos, la zona europea de los Balcanes, Medio Oriente y Asia. El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, pertenece al género Nairovirus.
Ciclo: las garrapatas del género Hyalomma marginatum son el vector principal de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
El principal responsable de su transmisión al ser humano es el ganado rumiante (vacas,ovejas, cabras) generalmente resistente a la infección.
Los animales se infectan por la picadura de garrapatas infectadas , el virus permanece en el torrente circulatorio durante aproximadamente una semana tras la infección, cuando otra garrapata pica al animal, se perpetúa el ciclo garrapata-animal-garrapata.
El virus se transmite al ser humano por la picadura de garrapatas o por contacto con tejidos infectados durante el sacrificio de un animal o inmediatamente después de la matanza.
Entre las personas puede transmitirse en caso de contacto con la sangre u otros líquidos corporales de los afectados.
Período de Incubación: de 1 a 3 días con un máximo de 9 días después de la picadura de la garrapata. El periodo de incubación tras el contacto con sangre o tejidos infectados es normalmente de cinco o seis días, con un máximo documentado de 13 días.
Síntomas: comienzan de forma súbita, en forma de fiebre, mialgia, mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia.
Al principio puede haber náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta, seguidos de bruscos cambios de humor y confusión.
Al cabo de dos a cuatro días, la agitación puede dar paso a somnolencia, depresión y debilidad.
A los pocos días, aparece la erupción petequial (erupción por hemorragia cutánea) en mucosas internas, por ejemplo en la boca , la garganta, y en la piel.
Las petequias pueden dar paso a lesiones más grandes llamadas equimosis, así como a otros fenómenos hemorrágicos como, epistaxis, hematemesis, hematuria, melena, hemorragias internas, incluyendo intraperitoneal e intracraneal. La ictericia puede hacer aparente a partir de la segunda semana. Pacientes muy graves pueden desarrollar fallo hepatorrenal y pulmonar hacia el 5º día y progresivamente entrar en somnolencia, estupor y coma.
Tasa de letalidad: puede llegar hasta el 40% de los afectados.
Los brotes humanos pueden ser graves y constituyen una amenaza para los servicios de salud pública debido al potencial epidémico de la enfermedad.
2. Enfermedad del virus del Ébola (EVE)
Es una enfermedad hemorrágica grave, a menudo, mortal en el ser humano.
El virus se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (hoy Sudán del Sur) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ebola, que da nombre al virus.
El género Ebolavirus es, junto con los géneros Marburgvirus y Cuevavirus, uno de los tres miembros de la familia Filoviridae (filovirus).
El brote de ebola de 2014-2016 en África Occidental fue el más extenso y complejo desde que se descubrió el virus en 1976, con más de 10.000 muertos. Se extendió a Guinea, Sierra Leona y Liberia, también se verificaron casos aislados en España, Italia, Reino Unido y Estados Unidos.
Ciclo: El virus del Ébola se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados, de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros (de la familia Pteropodidae), monos, antílopes y puercoespines que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.
El virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos. También se verificó la transmisión sexual.
Periodo de incubación: oscila entre 2 y 21 días. Las personas no son contagiosas hasta que aparecen los síntomas.
Síntomas: aparición súbita de fiebre elevada (38,5 a 40 *C), escalofríos, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, los cuales van seguidos de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal, hepática y hemorragias internas y externas.
Los síntomas posteriores incluyen: hemorragias por la boca, el recto, los ojos, los oídos y la nariz, con insuficiencia multiorgánica.
Tasa de letalidad: aproximadamente un 50%.
Las ceremonias de inhumación, que implican contacto directo con el cadáver, contribuyen a la transmisión del Ébola.
La mejor manera de prevenir contagios masivos es la higiene y la seguridad en el enterramiento de los fallecidos por esta enfermedad.
3. Enfermedad por virus de Marburgo:
La enfermedad debe su nombre a la ciudad alemana del mismo nombre y a Frankfurt, Alemania, donde se documentó su primer brote en 1967 .Se asoció a trabajos de laboratorio con monos verdes llegados desde Uganda.
Los marburgvirus son endémicos del África ecuatorial, los brotes más recientes se han originado o producido en ese continente, donde se notificaron brotes y casos esporádicos en Angola (2008), Kenya ( 1.987-1988), la República Democrática del Congo(2004) y Uganda ( 2.014).
Es una enfermedad grave, frecuentemente mortal, de la que el murciélago de la fruta, Rousettus aegyptiacus, actúa como huésped y no padece la enfermedad. El murciélago lo transmite a las personas y estas se lo pueden transmitírselo entre si.
La transmisión se hace sobre todo de persona a persona por contacto directo (a través de piel lesionada o de las membranas mucosas) con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales (como ropa personal y de cama) contaminados con dichos fluidos.
Las ceremonias funerarias en las que los dolientes tienen contacto directo con el cuerpo del difunto pueden desempeñar un papel importante en la transmisión del virus de Marburgo.
Período de Incubación: entre 2 y 21 días.
Síntomas: empieza bruscamente, con fiebre elevada persistente, cefalea intensa, dolores musculares, gran malestar y aletargamiento. Al tercer día, puede aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos. La diarrea puede persistir una semana.
Muchos pacientes tienen manifestaciones hemorrágicas graves a los 5 a 7 días, y los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia hasta hemorragias multiorgánica.
La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de sangrado por la nariz, encías y vagina.
La afectación del sistema nervioso central puede producir confusión, irritabilidad y agresividad.
La tasa de letalidad: fue del 80%, en la epidemia del Congo (1998-2000) y del 88% en la de Angola ( 2.015).
Produce una enfermedad hemorrágica grave y muchos de sus síntomas son indistinguibles con los del Ébola.
El virus de Marburg y el del Ébola figuran entre los agentes patógenos más agresivos que se conocen para el ser humano.