En la técnica original, el implante de condrocitos (ICA) se realizaba mediante la infusión de un cultivo de condrocitos en medio líquido sobre la lesión de cartílago, que se cubría previamente de periostio para evitar la fuga del cultivo
Una variante modificada de esta técnica es el ICC, desarrollada por el Equipo de Investigación de la Clínica CEMTRO, y que integra los cultivos celulares en una membrana de colágeno con una mayor densidad de condrocitos por cm2.
El laboratorio de Clínica CEMTRO es el primer laboratorio europeo aprobado para el cultivo de células humanas con fines terapéuticos
El ICC es una de las pocas terapias celulares avanzadas aprobada por las agencias regulatorias estadounidense (FDA) y europea (EMA), y puede restituir íntegramente un tejido.
El tratamiento de los defectos del cartílago articular representa un reto para la cirugía ortopédica actual, debido a que es un tejido aneural, avascular y alinfático, que tras una lesión no cura espontáneamente.
La doctora Mariela Guasti, socio fundadora y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Regenerativa (SLAMR), fue la encargada de llevar a cabo la primera intervención en América Latina al usar la técnica de Implante de Condrocitos Autólogos (ICC), un avance en la regeneración de cartílago articular.
La operación se llevó a cabo en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas “Norberto Quirno” (CEMIC) , en el mes mayo de este año.
La cirugía se realizó en un paciente de 34 años con una lesión osteocondral de gran tamaño en la rodilla izquierda, lo que le provocaba un dolor severo.
El propio paciente había fracasado en tratamientos previos, como la mosaicoplastia, pero luego de someterse al procedimiento con medicina regenerativa, ya se encuentra en pleno proceso de rehabilitación, sin dolor y encaminado hacia su recuperación completa.
El vínculo entre la investigadora y el reconocido doctor español Pedro Guillén García, la convirtió en la primera doctora en lograr esta intervención en Argentina y América Latina.
La experiencia recabada por la Clínica Cemtro de Madrid, un centro de excelencia para la FIFA desde el 2010, a cargo de este reconocido ortopedista y traumatólogo que trató a deportistas de diferentes disciplinas, fue clave en el avance de este método.
Hace varios años, la Dra. Guasti logró sellar el acuerdo con el Dr. Guillén García para implementar dicha técnica en la región.
“El implante de condrocitos autólogos se hace desde el año 1996 con métodos más rudimentarios, pero la técnica ICC es la última generación y por eso la más eficaz”, indicó la especialista, con vistas a mejorar la calidad de vida de los deportistas y su retorno a la actividad después de sufrir alguna lesión.
Epidemiología de la lesión condral
Según varios estudios publicados, alrededor del 60% de los pacientes a los que se realiza una artroscopia de rodilla presentan una lesión condral. Estas se localizan generalmente en la rótula o en el cóndilo femoral medial.
La mayoría de los pacientes (80%) presentan varias lesiones condrales simultáneas. Las lesiones cartilaginosas son menos frecuentes en el tobillo, donde se localizan el 4% de las lesiones condrales.
También en la cadera ocurren con cierta frecuencia lesiones cartilaginosas, generalmente secundarias a traumatismos sobre la articulación o como complicación de otro proceso articular como el choque femoroacetabular o la lesión del labrum.
Etapas de la terapia
El implante de condrocitos consta de 3 fases: la extracción de la muestra, el cultivo de la misma y su posterior implantación en la lesión. Tras la cirugía, la articulación debe mantenerse en descarga durante 6-8 semanas y comenzar después un proceso de fisioterapia y rehabilitación, con reincorporación paulatina a la actividad.
En la primera etapa, luego de una resonancia magnética y otros estudios para verificar si la persona se beneficiará, se toma una muestra del tamaño de dos o tres granitos de arroz de una zona de cartílago que no tenga que soportar carga.
En la segunda etapa, las células son cultivadas a lo largo de 4-6 semanas, hasta alcanzar una cantidad de condrocitos de 20 o 30 millones de células (5 millones por cm2 ) resuspendidas en 500 microlitros de medio líquido de mantenimiento. Este cultivo, es el que se remite al cirujano para su implante
En la tercera etapa se realiza el implante celular del cartílago. Junto con el cultivo se envía una membrana de colágeno semipermeable para revestir el hueso, que permite la difusión de nutrientes desde el líquido sinovial al interior del cartílago, pero no la difusión de condrocitos hacia el líquido sinovial.
Durante la cirugía de implante celular se procede al legrado de la lesión cartilaginosa y al curetaje del hueso subcondral, y se miden las dimensiones de la lesión.
Con esas medidas se realiza una réplica de la lesión en la membrana de cartílago. Se siembran las células en la membrana y se esperan 12 minutos para asegurar la difusión celular por toda la membrana.
Después de eso se procede a implantar la membrana cartilaginosa sobre la lesión, mediante sutura de la membrana (con las células) al cartílago adyacente
De inmediato, hay un efecto biomecánico que va a generar alivio del dolor.
Los condrocitos empiezan a sintetizar su matriz extracelular, la membrana se va reabsorbiendo y en una segunda vista ya no se puede distinguir el sitio del implante.
Como son células autónomas, adultas y diferenciadas del propio paciente, no hay ningún peligro de que puedan tener una mutación, diferenciarse en otro tejido o generar rechazo.
En las articulaciones que soportan peso, como la cadera, el tobillo o la rodilla, la rehabilitación es un poco más larga que la de un codo o una muñeca.
En el que se realizó en la Argentina, que había atravesado otros procedimientos previos sin éxito, luego de tres meses está volviendo a sus actividades habituales, y se estima que pasados entre nueve y 12 meses ya podrá recibir el alta deportiva, que le permitirá practicar deportes de alto rendimiento.
“Para un atleta, esta técnica puede significar la diferencia entre el retiro y continuar en el alto rendimiento.
Está comprobado que cualquier persona de entre 11 y 60 años puede beneficiarse de un implante de condrocitos”.
Las lesiones deportivas que tratamos con ICC suelen ser osteocondritis disecantes y condromalacias.
En deportistas, es común que por un traumatismo se pierda un fragmento de cartílago. Esto provoca que la superficie del hueso, que antes estaba revestida por cartílago y evitaba el roce entre los huesos de la articulación, se exponga, generando dolor y, en muchos casos, obligando al paciente a retirarse de la actividad deportiva, especialmente en el alto rendimiento¨, expresó Guasti.
La recuperación permite a los pacientes retomar sus actividades cotidianas en los primeros tres meses tras la intervención con una recuperación completa y alta deportiva para los atletas que se puede establecer entre los 9 a 12 meses.
Uno de los factores que marcan la importancia de esta nueva técnica para los pacientes es que alivia el dolor de inmediato y provoca la regeneración total del cartílago hialino.
La Dra Guasti epresó:“Lo más positivo es que ya no es necesario viajar a España para operarse, este técnica de regeneración del cartílago perdido, está disponible en Argentina, el siguiente paso es realizar todo el procesamiento en nuestro país.
Por ahora, el cultivo de las células se hace en la Clínica Cemtro, de Madrid, pero en el futuro esperan poder transferirla para que esa parte también se haga aquí e incluso permita la exportación de células a otros países de la región».
Es necesario completar la transferencia tecnológica del método de cultivo celular, desarrollado por el doctor Pedro Guillén en la Clínica Cemtro de España.
El implante de condrocitos autólogos es actualmente la única capaz de proporcionar una réplica del tejido original, consiguiendo unos resultados buenos o excelentes en más del 80% de los casos.