El concurso del Banco de Desarrollo de Qatar inspira una nueva forma de garantizar la seguridad alimentaria.
Dos estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon en Qatar (CMU-Q), una universidad asociada de la Fundación Qatar, ganó el primer premio en la categoría de tecnología alimentaria en el Hackathon de Incubación y Aceleración de Empresas, organizado por el Banco de Desarrollo de Qatar (QDB).
El hackathon fue diseñado para capacitar a los empresarios de Qatar para que compartan sus ideas y soluciones creativa con el fin abordar los desafíos de la transformación digital en una variedad de industrias.
La edición del 2023 abarcó las industrias de tecnología financiera, alimentaria, deportiva y de la moda y presentó soluciones para habilitar las experiencias de los clientes y soluciones operativas para la transformación digital.
Truco de Miguel, decano de CMU-Q, quedó impresionado por el ingenio de la idea de Annan y Al Mansoori :»Alentamos a nuestros estudiantes de CMU-Q a aplicar el conocimiento que aprenden aquí para crear soluciones que tendrán un gran impacto».
«Felicitaciones a Mohammad y Lujain por un enfoque tan innovador hacia la seguridad alimentaria».
Para el concurso, Annan y Al Mansoori desarrollaron la idea de utilizar una combinación de células vegetales cultivadas artificialmente y con tinta de impresora 3D, sensible a los rayos UV, para imprimir verduras.
La propuesta incluía planes para modificar las impresoras 3D para permitir acomodar materia biológica y producir un prototipo de zanahoria impresa.
Annan ha estado trabajando en los detalles de la adaptación de la tecnología de impresoras 3D con el fin de producir alimentos.
«Hemos dedicado mucho tiempo para desarrollar un modelo de dibujo asistido por computadora (CAD) para una impresora 3D especializada que puede utilizar tintas comestibles para imprimir productos alimenticios», dijo Annan.
«A medida que se imprime cada capa, la luz ultravioleta solidifica la tinta comestible y al final tienes un vegetal».
Hamad Mejegheer, director ejecutivo de asesoría e incubación de QDB, enfatizó la importancia de la competencia, que “representa una continuación de nuestros esfuerzos para fomentar un ecosistema empresarial.
Acojiendo a innovadores y pioneros que agreguen valor a nuestra economía diversificada, basada en el conocimiento en línea con los objetivos estratégicos de la Visión Nacional de Qatar 2030”.
Mohammad Fadhel Annan y Lujain Al-Mansoori, dos estudiantes qataríes de tercer año de sistemas de información, han conseguido las primeras zanahorias que crecen en un laboratorio bajo el microscopio y luego toman forma en tres dimensiones gracias a una innovación tecnológica.
Desarrollaron una impresora 3D capaz de producir a granel frutas y verduras a partir de células cultivadas en el laboratorio.
Annan ha estado trabajando en los detalles de la adaptación de la tecnología de impresoras 3D con el fin de producir alimentos.
Su objetivo es ofrecer una solución a la inseguridad alimentaria que afecta actualmente a 258 millones de personas en 58 países y territorios, y cuya prevalencia sigue aumentando.
Hasta ahora, la producción de frutas y hortalizas en 3D se basaba principalmente en la utilización de purés elaborados a partir de productos cultivados tradicionalmente.
Sin embargo, este método tropieza con importantes limitaciones, sobre todo la imposibilidad de producir en masa estos productos cruciales para nuestra dieta.
Utilizaron células vegetales cultivadas en el laboratorio y utilizaron la aplicación de radiación ultravioleta para crear frutas y verduras en 3D.
Los primeros resultados son asombrosos. Lograron imprimir un prototipo de zanahoria con el mismo valor nutritivo que una zanahoria cultivada convencionalmente.
Proceso
El proceso consta de una serie de pasos relativamente sencillos.
En primer lugar, se recogen células vegetales cultivadas artificialmente y se multiplican en un laboratorio especializado.
Estas células crean la tinta para la impresora 3D, que está especialmente diseñada para reaccionar a la luz ultravioleta.
Lo que distingue a esta innovación es el hecho de que el proceso de impresión 3D con luz ultravioleta, conocido como «estereolitografía enmascarada», utilizado tradicionalmente con materiales de resina, abre nuevos caminos al aplicarse por primera vez a materiales comestibles.
Por último, las células pueden moldearse e imprimirse con la forma deseada utilizando una máquina que los dos estudiantes construyeron desde cero.
Decidieron empezar con una zanahoria porque la zanahoria es uno de los vegetales más estudiados en lo que se refiere a células madre.
Mohammad Fadhel Annan explica: «Transformar tierras no agrícolas en cultivables representa sin duda una inversión financiera considerable.
Por eso, buscamos una alternativa y así fue, como descubrimos que la impresión 3D combinada con el cultivo de frutas y verduras en el laboratorio podía dar una respuesta a esta lucha contra la inseguridad alimentaria».
En el contexto del cambio climático, la disponibilidad de tierras cultivables representa un reto importante. En Qatar, cabe señalar que sólo el 2,5% del territorio es apto para la agricultura.
Este avance, fruto de la colaboración entre estos dos estudiantes, presenta oportunidades para el desarrollo de la agricultura y la seguridad alimentaria, tanto en Qatar como a escala mundial.
“Podríamos imprimir alimentos a granel, reduciendo en gran medida el tiempo y el dinero que se necesita para cultivar frutas y verduras. Lo que podemos hacer es ilimitado”, dijo Al Mansoori.
Después de su exitosa presentación en la competencia QDB, a los estudiantes se les ofreció un lugar en el programa de inicio de QDB, donde tendrán acceso a expertos y mentores para guiar su progreso.
Los estudiantes esperan poder comercializar su impresora 3D en el futuro y ofrecerla a restaurantes, hoteles, hospitales y escuelas. También quieren colaborar con organizaciones humanitarias para llevar su tecnología a las zonas más necesitadas del mundo.
Abre nuevas y prometedoras perspectivas en los campos de la producción de alimentos y la impresión 3D.