Abarca tres grandes grupos de afecciones:
La emaciación (un peso insuficiente respecto de la talla), el retraso del crecimiento (una talla insuficiente para la edad), la insuficiencia ponderal (un peso insuficiente para la edad) y la mal nutrición relacionada con los micronutrientes.
Esta última, incluye las carencias de micronutrientes (la falta de vitaminas o minerales importantes) o su exceso; el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación (como las cardiopatías, la diabetes y algunos tipos de cáncer).
Tipos de malnutrición
Desnutrición
Existen cuatro grandes tipos de desnutrición: la emaciación, el retraso del crecimiento, la insuficiencia ponderal y las carencias de vitaminas y minerales.
Los niños desnutridos, en particular, son mucho más vulnerables ante la enfermedad y la muerte.
La emaciación, que consiste en una insuficiencia de peso respecto de la talla, suele indicar una pérdida de peso que se ha producido recientemente porque no se ha comido lo suficiente o se tiene una enfermedad infecciosa (por ejemplo, una enfermedad diarreica) que ha provocado dicha pérdida.
Un niño pequeño que presente una emaciación moderada o grave tiene un riesgo más alto de fallecer, pero se le puede proporcionar tratamiento.
La talla insuficiente respecto de la edad se denomina también retraso del crecimiento.
Es consecuencia de una desnutrición crónica o recurrente, por regla general asociada a unas condiciones socio-económicas precarias, a deficiencias en la nutrición, a la salud de la madre, a la recurrencia de enfermedades o a una alimentación o unos cuidados no apropiados para el lactante y el niño pequeño.
El retraso del crecimiento impide que los niños desarrollen plenamente su potencial físico y cognitivo.
Se dice que los niños que pesan menos de lo que corresponde a su edad tienen insuficiencia ponderal.
Un niño con dicha insuficiencia puede presentar a la vez retraso del crecimiento y emaciación.
Malnutrición relacionada con los micronutrientes
Las ingestas insuficientes de vitaminas y minerales (los denominados micronutrientes) se pueden reunir en un mismo grupo.
El organismo necesita micronutrientes para producir enzimas, hormonas y otras sustancias esenciales para tener un crecimiento y desarrollo adecuados.
El yodo, la vitamina A y el hierro son los micronutrientes más importantes en lo que se refiere a la salud pública a escala mundial.
Sus carencias ponen seriamente en riesgo la salud y el desarrollo de la población en todo el mundo, sobre todo la de los niños y las embarazadas de los países de ingresos bajos.
Sobrepeso y obesidad
Una persona tiene sobrepeso o es obesa cuando pesa más de lo que corresponde a su altura.
La acumulación anormal o excesiva de grasa puede afectar a la salud.
El índice de masa corporal (IMC) es una relación entre el peso y la altura que se utiliza habitualmente para determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad.
Se define como el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros (kg/m²).
Un adulto tiene sobrepeso cuando su IMC es de 25 o más alto, y que tiene obesidad cuando el valor es de 30 o superior.
En los niños y adolescentes, los umbrales de IMC para el sobrepeso y la obesidad varían en función de la edad.
El sobrepeso y la obesidad pueden ser consecuencia de un desequilibrio causado por una ingesta calórica excesiva y un gasto calórico insuficiente.
Las tendencias mundiales indican que consumimos alimentos y bebidas cada vez más calóricos (ricos en azúcares y grasas) y practicamos menos actividad física.
Enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación
Entre ellas, encontramos a las cardiovasculares (como el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, a menudo asociados a la hipertensión arterial) algunos tipos de cáncer y la diabetes.
La mala alimentación y la mala nutrición son dos de los principales factores de riesgo de estas enfermedades en todo el mundo.
Alcance del problema:
En el 2022, en todo el mundo, cerca de 390 millones de adultos de 18 años o más tenían un peso insuficiente y 2500 millones tenían sobrepeso (de estos, 890 millones tenían obesidad).
Además, 390 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años tenían sobrepeso (de ellos, 160 millones tenían obesidad).
Por otro lado, 190 millones tenían un peso insuficiente (un IMC para la edad más de dos desviaciones típicas por debajo de la mediana de referencia).
Se calcula que, en 2022, 149 millones de niños menores de 5 años presentaban retraso del crecimiento, mientras que 37 millones tenían sobrepeso u obesidad.
Casi la mitad de las defunciones de niños menores de 5 años tienen que ver con la desnutrición. Estas muertes se registran sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos.
Población en riesgo
Todos los países están afectados por una o más formas de malnutrición. Uno de los principales retos en todo el mundo es combatir todas las formas de malnutrición.
Las mujeres, los lactantes, los niños y los adolescentes están particularmente expuestos a este problema.
La optimización de la nutrición desde el comienzo de la vida (en particular durante los 1000 días que transcurren entre la concepción y el segundo aniversario del niño) ayuda a que este goce de salud y se desarrolle como necesita y comporta beneficios a largo plazo.
La pobreza multiplica el riesgo de sufrir malnutrición y sus consecuencias. Las personas en situación de pobreza tienen más probabilidad de sufrir alguna de las formas de la malnutrición.
Además, la malnutrición aumenta los costos de la atención de salud, reduce la productividad y frena el crecimiento económico, lo que puede perpetuar el ciclo de pobreza y mala salud.
El Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición
El 1 de abril del 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición 2016-2025, una iniciativa que constituye la oportunidad sin precedente de luchar contra todas las formas de malnutrición.
El Decenio fija un calendario concreto de aplicación de los compromisos formulados en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición a cumplir un conjunto de metas mundiales relativas a la nutrición y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación fijadas para el 2025.
Asimismo, alcanzar las metas pertinentes de la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible, en particular, el Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS 2 (poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible) y el ODS 3 (garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades).
Con este Decenio, la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hacen un llamamiento para que se adopten políticas en seis esferas de acción:
- establecer sistemas alimentarios sostenibles y resilientes en favor de unas dietas saludables;
- proporcionar protección social y educación nutricional para todos;
- adaptar los sistemas de salud a las necesidades de nutrición y proporcionar cobertura universal de las medidas nutricionales esenciales;
- velar por que las políticas de comercio e inversión mejoren la nutrición;
- crear entornos seguros y propicios para la nutrición en todas las edades;
- fortalecer y promover la gobernanza y la rendición de cuentas en materia de nutrición en todos los lugares.
Estas actividades se enmarcan en el Plan de aplicación integral sobre nutrición materna, del lactante y del niño pequeño, adoptado por los Estados Miembros en el 2012 en virtud de una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud.