La depleción de hierro puede clasificarse en 3 estadios que oscilan entre leve y grave.
- Pérdida del hierro en los depósitos: se mide a través de la reducción de la ferritina sérica. En esta etapa se produce un aumento compensador de su absorción que ayuda a evitar la progresión hacia estadios más graves.
- Disminución del hierro sérico: se caracteriza por alteraciones bioquímicas que reflejan la ausencia del hierro suficiente para la producción normal de hemoglobina y otros compuestos esenciales, aunque aún sin anemia franca.
Es típico encontrar disminución de la saturación de la transferrina y aumento de la protoporfirina eritrocitaria.
- Disminución de las cifras de hemoglobina o ¨anemia ferropénica¨: su gravedad dependerá de la concentración de hemoglobina.
En las mujeres las necesidades de hierro experimentan un salto durante la adolescencia.
Las adolescentes presentan un aceleramiento en su crecimiento, junto con la aparición de menstruaciones que hace necesario estar atentos para evitar déficits.
En la mujer adulta existen 2 factores que predisponen a desarrollar anemia ferropénica: la menorragia (pérdida excesiva de sangre durante la menstruación) y el embarazo.
Alrededor de 10% de las mujeres experimentan importantes pérdidas menstruales (>80 ml/mes), lo que a menudo da lugar a este tipo de anemia
Los anticonceptivos intrauterinos aumentan la menorragia en 30 a 50%.
Es característico que las mujeres con menorragia no sean conscientes de tener pérdidas de sangre superiores a las normales.
La anemia ferropénica puede desarrollarse durante el embarazo debido al aumento de las necesidades de hierro destinado al volumen sanguíneo materno en expansión y al rápido crecimiento del feto y la placenta.
A medida que los depósitos del metal van disminuyendo a lo largo de la gestación, la absorción de hierro se va haciendo progresivamente más eficaz., pero algunas mujeres sufrirán depleción de sus depósitos de hierro y se harán anémicas, el riesgo de ¨anemia ferropénica¨ es medianamente elevado.
Se hace difícil que la dieta suministre la cantidad de hierro requerida durante la segunda mitad del embarazo, por lo que crece el peligro de deficiencia de hierro, sobre todo cuando se acerca el final de la gestación.
La cantidad media de hierro total de una mujer sana no embarazada es de unos 2,3 g, de los que solo, 0,3 g corresponden a depósitos del metal.
La cantidad total de hierro necesario durante el embarazo es, aproximadamente de 1 g, lo cual supera, en gran medida, la cantidad de la que disponen en sus depósitos la mayor parte de las mujeres.
Prevención de la deficiencia de hierro:
La deficiencia de hierro se puede prevenir mediante modificaciones de la dieta, fortificación de los alimentos y suplementación con hierro nutricional. Ninguna de estas estrategias es excluyente.
Las principales fuentes hierro hemínico son carnes vacuna, pollo, pescados, mariscos y algunas vísceras como hígado, riñón y corazón.
El hierro no hemínico se encuentra, en distintas medidas, en todos los alimentos de origen vegetal.
Entre ellos los proveniente de hortalizas, frutas deshidratadas, legumbres, semillas , verduras, granos y suplementos es más difícil de absorber en el cuerpo.
El hierro de fuentes vegetales, se absorbe menos.
Las modificaciones de la alimentación incluyen aumento del consumo de alimentos ricos en sustancias que favorecen la asimilación del hierro no hemínico, la disminución de la ingestión de inhibidores de la absorción y la elevación del consumo del hierro hemínico.
Biodisponibilidad: es la proporción de un nutriente que puede ser absorbida o estar disponible para su uso o almacenamiento..
Se clasifican a las dietas en 3 categorías según la biodisponibilidad del hierro: baja, intermedia o alta; con una absorción media de hierro, aproximadamente, de 5, 10 y 15%, respectivamente.
- Biodisponibilidad baja: una dieta monótona, compuesta por cereales, raíces, tubérculos y cantidades insignificantes de carnes, pescado o alimentos ricos en ácido ascórbico.
- Biodisponibilidad intermedia: compuesta principalmente por cereales, raíces, tubérculos y cantidades moderadas de ácidos ascórbico, carnes o pescados
- Biodisponibilidad alta: dieta diversificada que contenga cantidades amplias de carnes, aves, pescado y alimentos ricos en ácido ascórbico.
El requerimiento de hierro total de 18 mg/día.
Alimentos que aportan hierro:
Mariscos, en especial las almejas, las ostras y los moluscos
Espinacas: tienen pocas calorías, aportan también antioxidantes (carotenoides) y vitamina C.
Carne roja: la fuente más accesible para obtener hierro hemo, también es rica en proteínas, zinc, selenio y muchas vitaminas B.
Las carnes en general, vacuna, ovina, porcina, y pescado.
Carne de órganos como hígado, riñón ,cerebro y corazón. Son las mejores fuentes de colina, un nutriente importante para el cerebro y la salud del hígado; son ricas en proteínas, vitamina B, cobre y selenio. El hígado es especialmente rico en vitamina A.
Legumbres: en especial los porotos, las lentejas, los garbanzos, los guisantes y las semillas de soja. También son ricas en folato, magnesio y potasio.
Representan una gran fuente de hierro, sobre todo para los vegetarianos.
Huevos: su máxima concentración está en la yema.
Pavo: la parte oscura tiene más hierro que la parte blanca. También proporciona proteínas, vitaminas B , minerales, zinc y selenio.
Chocolate negro: a mayor concentración de cacao (70%), mayor cantidad de hierro.
En Argentina, la harina de trigo es enriquecida de forma obligatoria (ley 25.630) con hierro, ácido fólico, tiamina, riboflavina y niacina.