La mal denominada y conocida como vitamina D, se trata, en realidad, de un sistema hormonal complejo que se produce, principalmente, en la piel por exposición solar.
El jefe del Departamento de Endorcinología y Nutrición Clínica en el Hospital Quirón Salud de Madrid , el doctor Esteban Jódar , indicó: es necesario¨ concebir la hormona D como un factor de transcripción, que activa la expresión de ciertos genes e inhibir la de otros genes que están muy implicados en la génesis de muchos cánceres¨.
Esteban Jódar, sostuvo que muchos de los profesionales sanitarios ven el sistema endocrino de la vitamina D «como un factor tolerogénico, es decir, con el que se silencian respuestas inmunitarias exacerbadas contra agentes no patógenos.
Las mismas «nos permite vigilar de alguna manera el crecimiento de células anormales y limitar, también, de alguna manera, la inflamación.
Dentro de esa personalización, en Oncología, es fundamental,atender este campo.
El Biobanco británico ha realizado un estudio de correlación entre los niveles de 25-OH vitamina D y mortalidad
¨Recientemente un artículo de la revista Molecular Oncology menciona que en Alemania, una adecuada suplementación con vitamina D podría prevenir cerca de 30.000 muertes por cáncer al año», detalla Jódar.
La Dra Ana Santaballa, jefa de la Sección de Cáncer de Mama y Tumores Ginecológicos en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, reconoce que este estudio del Biobanco Británico « refleja una reducción del riesgo global de mortalidad, también del riesgo de mortalidad por cáncer y por enfermedad cardiovascular, porque comparte muchos factores de riesgo.
La incidencia de gran cantidad de cánceres se podría reducir con el control de peso, la realización de ejercicios, no beber alcohol y no fumar.
Si, además, a pacientes con hipovitaminosis D, les añadimos suplementos de vitamina D, estaríamos haciendo una labor de prevención importantísima».
«La Oncología ha crecido mucho en los últimos años y es necesario prestar atención a otros factores menos conocidos.
Solemos recomendar a nuestros pacientes que no tomen sol porque pueden tener cáncer de piel o, por la fotosensibilidad de algunos tratamientos.
Sin embargo, muchos de ellos van a pasar temporadas hospitalizados, con problemas de malabsorción, osteoporosis, entre otros. Es decir, son pacientes con alta probabilidad de tener hipovitaminosis D».
El Dr. Jodar refiere que «hoy en día, por evitar cánceres de piel o el envejecimiento cutáneo, nuestra exposición solar es escasa, además hacemos poco ejercicio al aire libre.
En líneas generales, los alimentos de uso común no están suplementados con vitamina D haciendo imposible alcanzar sus requerimientos.
Cerca del 50 por ciento de la población es insuficiente en vitamina D, con niveles séricos de 25-OH vitamina D por debajo del punto de corte de entre 20 y 30 ng/ml.
En personas obesas, de edad avanzada o pigmentación oscura de la piel, el déficit de vitamina D se eleva hasta el 90 por ciento.
La acción más conocida de este sistema endocrino es su implicación en la correcta absorción de calcio a nivel intestinal y, por tanto, que ese calcio se fije en los huesos.
El sistema hormonal D también parece ser capaz de regular más de 200 genes vinculados, como la secreción y la sensibilidad a la insulina, con el control de la presión arterial, el proceso inflamatorio, la replicación celular o de la apoptosis (muerte celular) y, en muchos casos, con la aparición de ciertos cánceres, especialmente los de colon, próstata y mama.
Para tratar la hipovitaminosis D se pueden utilizar:
El colecalciferol necesita la doble hidroxilación para convertirse en un metabolito activo.
El calcifediol presenta las ventajas de no necesitar la 25-hidroxilación hepática, es tres a cinco veces más potente que colecalciferol y tiene una mayor tasa de absorción intestinal, provocando una elevación de niveles de 25-hidroxivitamina D más rápida y más estable.
Por último, el calcitriol se usa solamente en ciertas condiciones clínicas que conllevan una pérdida de capacidad renal para la síntesis del compuesto activo».
Ante la sospecha de que un paciente pueda tener hipovitaminosis D, el especialista establece que la clave está en «determinar la 25-hidroxivitamina D, ya que es el gran reservorio que nos indica si el sistema hormonal está deficitario.
El punto de corte se puede discutir: para salud ósea hace falta un mínimo de 20 ng/ml, y para efectos extra esqueléticos se suele hablar de mínimo
30 ng/ml».
El tratamiento, es sencillo y se prescribe mensualmente.
Para que la mayoría de los pacientes, sobre todo personas obesas, alcancen niveles de más de 30-40 ng/ml, deberíamos estar dando cerca de 2000 UI de colecalciferol o 20 mcg de calcifediol al día.
Administrar una dosis excesiva de vitamina D no aporta más beneficios y tiene mayor riesgo de intoxicación.
El riesgo de intoxicación se determina por los niveles de 25(OH) vitamina D y la presencia de hipercalcemia.
Lo razonable sería chequear la dosis en un periodo aproximado de tres meses y si los niveles son adecuados, mantener el tratamiento», refiere el Dr. Jódar.