.La mejoría y resolución de la sintomatología es variable: desde 1-5 días en las formas agudas (SEIPA agudo, vómitos), 1-2 semanas en casos de eccema o proctocolitis, y hasta 2-4 semanas en pacientes con constipación, diarrea y/o afectación del estado nutricional.
La DE en el proceso diagnóstico debe hacerse hasta la desaparición completa de los síntomas, entre 2 y 4 semanas en la APLV no mediada por IgE, durante 1 a 2 semanas en APLV mediada por IgE y hasta 6 semanas en dermatitis atópica y enfermedades eosinofílica).
La DE debe hacerla la madre que amamanta. Los lactantes con biberón deberán utilizar fórmula con hidrolizado extenso de proteínas, además de excluir la proteína de leche de vaca de la alimentación complementaria.
Si los síntomas persisten, la dieta deberá ser revisada cuidadosamente para la detección de transgresiones involuntarias, y para evaluar otro posible alérgeno o considerar un diagnóstico diferente.
Prueba de provocación oral (PPO)
En la práctica clínica, la PPO se realiza en forma abierta, sin enmascaramiento. El médico y la familia van a estar en conocimiento de este desafío.
En la APLV no mediada por IgE, la PPO es considerada indispensable en el diagnóstico clínico.
La excepción son las formas clínicas graves que impliquen riesgo de vida durante la PPO, como SEIPA, enteropatías graves, hemorragias graves.
Resulta positiva si reaparecen los síntomas luego de la introducción del alérgeno implicado en la dieta.
Las formas IgE mediadas se diagnostican por la presencia de síntomas y pruebas para IgE específica positivas en el rango de mayor probabilidad. Solo se realiza la PPO cuando hay dudas diagnósticas, en ausencia de concordancia entre clínica y resultados.
En alergias no mediadas por IgE leves a moderadas, la PPO puede ser realizada en domicilio, en forma abierta.
En las alergias con manifestaciones graves (SEIPA, dermatitis atópicas graves, enteropatías graves) y en aquellas de aparición inmediata con sospecha de ser mediadas por IgE, la PPO debe realizarse en centro hospitalario, supervisada por personal médico capacitado.
No debe ofrecerse un alimento nuevo al paciente durante la PPO.
Los síntomas alérgicos pueden aparecer hasta 4 semanas después de la reintroducción del potencial alérgeno.
Las pruebas cutáneas de lectura inmediata (PCLI) o el dosaje de IgE sérica específica son de utilidad en pacientes con formas mediadas por IgE, en formas mixtas y en formas graves en las que está contraindicada la PPO.
La determinación de IgE específica para proteína de leche de vaca positiva solamente denota sensibilización, no necesariamente APLV sintomática.
La determinación de IgE específica a través de pruebas cutáneas de lectura inmediata (PCLI) y/o el dosaje sérico en niños con APLV IgE mediada tienen alto valor predictivo negativo.
Su valor predictivo positivo varía según la edad del paciente y el tamaño de la pápula en PCLI y los niveles séricos de IgE específica.
En cuanto al VPP, los estudios han demostrado, basándose en puntos de cortes predictivos, un VPP del 95 % con tamaño de pápula > 6 mm en menores de 2 años, y > 8 mm en mayores de 2 años, en la prueba cutánea de lectura inmediata (PCLI) y/o con valor de >5 kU/L en menores de 2 años y > 15 en niños mayores de nivel de IgE sérica específica, correlacionados con una mayor probabilidad de alergia clínica.
El VPN de ambas pruebas es del 90 % en niños con APLV mediada por IgE.
Las PCLI deben evitarse en pacientes con antecedentes de eccema grave, dermografismo, y en pacientes con medicamentos que interfieren en el resultado.
Las pruebas cutáneas para otros alérgenos deberían ser solicitadas solo si el niño presenta síntomas de aparición inmediata con la incorporación durante la alimentación complementaria.
Del 5 % al 30 % de los pacientes con SEIPA pueden tener alergia mediada por IgE.
CONCLUSIONES
Los síntomas de APLV mediada por IgE son diversos y afectan una variedad de órganos y sistemas, con mayor frecuencia piel y mucosas, y en menor grado aparato gastrointestinal y respiratorio.
La APLV generada por mecanismos mixtos (mediados y no mediados por IgE) se manifiesta con síntomas cutáneos: dermatitis atópica.
La no mediada por IgE se presenta con síntomas de aparición tardía, predominantemente digestivos, incluidos tres síndromes: proctocolitis, enteropatía y síndrome de enterocolitis inducida por PLV (SEIPA); o con cuadros que se asemejan a trastornos funcionales gastrointestinales: cólico del lactante, reflujo gastroesofágico (RGE) y constipación.
La forma clínica más frecuente de presentación de APLV en niños alimentados exclusivamente con leche maternal es la proctocolitis.
En el Consenso interdisciplinario de expertos de la Sociedad Argentina de Pediatría, se destaca el importante rol que cumple el reconocimiento de los síntomas en la sospecha diagnóstica.
La prueba de provocación oral (PPO) abierta es de primera elección en el diagnóstico confirmatorio de APLV en la APLV no mediada por IgE.
Las formas IgE mediadas se diagnostican por la presencia de síntomas y prueba para IgE específica positiva en el rango de mayor probabilidad.
Solo se realiza la PPO cuando hay dudas diagnósticas, en ausencia de concordancia entre clínica y resultados.
Además, se acordó que las pruebas cutáneas de lectura inmediata (PCLI) o el dosaje de IgE sérica específica son de utilidad en pacientes con formas mediadas por IgE, en formas mixtas y en formas graves en las que está contraindicada la PPO.
Consenso interdisciplinario de expertos: María del Carmen Tocaa , Claudio Parisib , Adriana Fernándezc , Omar Tabaccoa , Cecilia Zubiria , Raquel Furnesa , Mónica Del Comparea , Karina Lópezb , Patricia Sosac , Verónica Busonia , Julieta Hernándezc , Betania Jauregui , Romina Mehaudya , Leonardo Meinarde , Carolina Méndez , Débora Sabatellid , Graciela Saiega , Etelvina Soriad , Rocío Viollaz , Marina Orsia