El consumo de estos productos es un factor de riesgo importante para múltiples enfermedades no transmisibles (ENT), incluidas enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes.
Asimismo, el consumo de estos productos genera externalidades negativas, así como consecuencias socialmente indeseables que no se reflejan en su precio de mercado.
Los impuestos saludables contribuyen a reducir el consumo de estos productos no saludables.
Desde una perspectiva de salud, los impuestos selectivos al consumo presentan un mayor potencial, ya que permiten a los responsables de la formulación de políticas apuntar a productos no saludables seleccionados y aumentar su precio, lo cual los hace relativamente menos asequibles que otros.
En consecuencia, estos impuestos conducen a una población más saludable, una reducción a largo plazo en los costos de atención médica, y potenciales ganancias en productividad laboral.
Asimismo, generan ingresos fiscales estables y predecibles.
De ese modo, los impuestos saludables representan una herramienta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), debido a que:
- Reducen significativamente la carga de las Enfermedades No Transmisibles (ODS 3)
- Benefician en gran medida a las poblaciones vulnerables que soportan
una mayor carga de salud (ODS 1, 5, 10). - Impulsan el desarrollo económico a través de una fuerza laboral más saludable (ODS 8).
Datos clave
Los impuestos saludables representan para los gobiernos una acción política con “triple ganancias” (“win-win-win”, en inglés) ya que:
- Reducen el consumo de productos no saludables.
- Generan ingresos fiscales inmediatos adicionales.
- A largo plazo, tienen el potencial de reducir los costos de atención médica y aumentar la productividad laboral.
La OPS/OMS ha respaldado la implementación de impuestos selectivos al consumo sobre tabaco, alcohol y bebidas azucaradas como parte de su Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020, ahora extendido al 2030.
De acuerdo con el análisis de la OMS, el aumento de los impuestos selectivos a dicho consumo forman parte de las intervenciones consideradas “mejores inversiones” (más rentables y factibles de aplicar) para la prevención de las ENT.
Gravar las bebidas azucaradas es una medida costo-eficacia que puede ayudar a reducir la obesidad, la diabetes tipo 2 y la caries dental.
Estas medidas benefician más a las poblaciones de bajos ingresos debido a la reducción en los costos de atención médica y la carga sanitaria que estas enfrentan.
Además, generan poblaciones más saludables e ingresos para los presupuestos públicos, incluso en presencia de comercio ilícito y evasión tributaria.
En cifras
En las Américas, las ENT causan aproximadamente 5,8 millones de muertes al año (81% del total de las muertes).
Del total de muertes por ENT, el 38,9% consiste en muertes prematuras (muertes de menores de 70 años).
Las ENT imponen a los hogares altos costos directos de atención médica, además de costos indirectos como la pérdida de ingresos, días de trabajo o productividad, lo cual impacta negativamente en el bienestar.
Las simulaciones macroeconómicas sugieren que las cuatro principales ENT (enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, cánceres, y diabetes), así como los trastornos de salud mental podrían generar pérdidas económicas acumuladas de 47 billones de dólares a nivel mundial (75% del PIB mundial del 2010) durante las dos décadas entre el 2010 y el 2030 (Bloom et al., 2011).
En las Américas, el 16,6% de las personas mayores de 15 años fuman, y el uso de tabaco es responsable de aproximadamente 1 millón de muertes cada año.
En el 2012, el costo económico total del tabaquismo (derivado de los gastos en salud y las pérdidas de productividad asociados), fue de 1,4 billones de dólares aproximadamente, lo cual equivale al 1,8% del PIB mundial anual (Goodchild et al., 2018).
En un análisis de 12 países de América Latina, se determinó que los costos de atención medica atribuibles al consumo de tabaco equivalen 6.9% del presupuesto de salud de la región, o el 0,6% del PIB (Pichon-Riviere et al., 2020).
En el 2016, el alcohol ocasionó el 5,5% de todas las muertes en las Américas y del 6,7% de todos los años de vida ajustados por discapacidad (una medición tanto de la muerte prematura como de la discapacidad).
A nivel regional, el 8,2% de la población mayor de 15 años tiene un trastorno por consumo de alcohol.
En el caso de las mujeres, esta cifra asciende a 5,1% (la prevalencia más alta entre las regiones de la OMS).
En el año 2016, se estima que el 62,5% de los adultos en las Américas tenía sobrepeso u obesidad (la prevalencia más alta entre las regiones de la OMS).
En el año 2012, aproximadamente 62 millones de personas sufrían de diabetes tipo 2 en las Américas. Asimismo, el consumo diario de bebidas azucaradas en la región es el más alto del mundo: hasta 1,9 porciones de 8 onzas por adulto en el Caribe en comparación con 0,5 a nivel mundial (Singh et al., 2015).
La evidencia científica indica que las personas con ENT tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves si contraen COVID-19.
Argumentos contra los Impuestos saludables
La elusión y evasión fiscal contrarrestan los efectos de los impuestos saludables, pero incluso en caso de producirse esas situaciones sigue habiendo importantes beneficios para la salud pública y la recaudación tributaria.
La solidez de la gobernanza es un factor importante para la existencia o no del comercio ilícito y no tanto los impuestos y los precios.
Bebidas azucaradas: La rentabilidad del contrabando de bebidas azucaradas es relativamente baja en comparación con el contrabando de tabaco o bebidas alcohólicas.
Por lo tanto, es probable que haya poca elusión y evasión fiscal en respuesta a un impuesto sobre las bebidas azucaradas.
Bebidas alcohólicas: Las oportunidades de elusión fiscal tienden a aumentar si la estructura fiscal es demasiado compleja; la simplificación de la estructura de los impuestos selectivos al consumo sobre bebidas alcohólicas contribuirá a reducir estas oportunidades y facilitará el control de los costos por unidad de ingresos fiscales recaudados.
Tabaco: Algunas experiencias en distintas partes del mundo muestran que, incluso en presencia de comercio ilícito, los aumentos de impuestos siguen generando mayores ingresos fiscales y reducciones en el uso de tabaco.
Los métodos para controlar el comercio ilícito de cigarrillos son bien conocidos y están respaldados por el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco.
La OPS ofrece actividades dirigidas a funcionarios de organismos de salud y finanzas para el desarrollo de capacidades, y genera y divulga evidencia a nivel regional y nacional sobre el uso de impuestos saludables y su impacto económico.