Difusión del conocimiento de las ciencias médicas

08/04/2024

Niños en movimiento y el casco

Por Difusión DOCMED

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El uso del casco al usar bicicleta u otro transporte de este estilo, reduce un 63% de las lesiones en la cabeza y un 86% de la pérdida del conocimiento.

La mayoría de las familias saben lo importante que son los cascos en los deportes juveniles como el fútbol americano, el béisbol y el hockey.

Salir a jugar es fantástico para los niños y los deportes recreativos pueden ser una gran parte de la actividad al aire libre.

Una salida puede terminar en un departamento de emergencias con una conmoción cerebral o algo peor.

De acuerdo con el «World report on road traffic injury prevention» de la Organización Mundial de la Salud; el uso del casco al usar bicicleta, motocicleta u otro transporte de este estilo, reduce un 63% de  las lesiones en la cabeza y un 86% de la pérdida del conocimiento.

Ciclismo

En Estados Unidos,  alrededor de 26000 niños acuden cada año a los departamentos de emergencia con lesiones en la cabeza.

El uso de un casco puede disminuir el riesgo de lesiones en la cabeza en aproximadamente un 85 % y en lesiones faciales en los ciclistas, en aproximadamente un 65 %. Esto es cierto tanto para los niños como para los adultos.

Andar en bicicleta es divertido si se hace de manera segura. Desafortunadamente, cada año, cientos de miles de niños sufren lesiones de distinta gravedad  al caerse de la bicicleta.

Esquí, snowboard y otros deportes de nieve

Los deportes de nieve como el esquí y el snowboard son ​una causa común de lesiones en la cabeza relacionadas con los deportes recreativos en niños y adolescentes.

Los cascos reducen este riesgo y algunas investigaciones sugieren que ayudan a prevenir lesiones en el cuello.

Toda vez que un niño esté esquiando, haciendo snowboard o incluso andando en trineo por una colina cubierta de nieve, debe hacerlo con un casco para mantenerse seguro.​

Patinaje y skate

Ya sea sobre ruedas o tablas, el patinaje es un favorito de los niños y adolescentes, sin un casco, los patinadores jóvenes pueden terminar con lesiones graves en la cabeza.

Entre los diferentes tipos de patinaje recreativo, el patinaje sobre hielo tiene el mayor porcentaje de lesiones en la cabeza, hasta un 20 % de estas lesiones cerebrales son traumáticas.

Los investigadores encuentran patrones de lesiones similares con el skate.

Esto se produce porque  los patinadores sobre hielo y los patinadores tienden a caer hacia atrás, lo que dificulta amortiguar las caídas con los brazos.

Siempre que un niño utilice  sus patines o patineta, debe usar casco.

Paseos a caballo y otros deportes ecuestres

Las conmociones cerebrales son las lesiones más comunes entre los niños y adolescentes que participan en equitación y otros deportes ecuestres.

La investigación también muestra que las lesiones cerebrales traumáticas con sangrado dentro de la cabeza son más comunes entre los niños que no usaban cascos.

Se estima que el uso de los cascos puede reducir el riesgo de este tipo de lesiones en un 96 %.

De los cascos:

Los cascos a utilizar deben tener alguna de las certificaciones que avalen la protección que brindan. Se deben utilizar  cascos con certificaciones internacionales, las principales son: Unión Europea, Estados Unidos y Australia/Nueva Zelanda.

Códigos de certificaciones internacionales:

  • Unión Europea:  EN 1078
  • US Consumer Product Safety Comission: CPSC
  • Australia / New Zealand Safety Standard: AS/NZS 206

Sólo se debe comprar cascos para bicicleta que cumplan con las normas de seguridad obligatorias. Cualquier casco que cumpla con dichas normas tendrá una etiqueta en la  parte interior del casco.

Se deben utilizar siempre, sin importar lo cerca a la casa  que vaya, la mayoría de los choques ocurren en la cercanía de ella. Muchas de las caídas ocurren en las entradas de garajes, aceras y caminos de bicicletas, no siempre en las calles.

El usar un casco, en todo momento, les ayuda a los niños a fomentar ese hábito.

Cada tipo de casco está diseñado para brindar protección bajo condiciones específicas y podría no ofrecer protección suficiente en choques de bicicleta o caídas.

Los cascos para bicicleta ofrecen muy buena protección en las caídas de cabeza a velocidades relativamente altas, son ligeros y ofrecen suficiente ventilación y comodidad.

Un casco multideportivo certificado, también se puede utilizar para el ciclismo y otros deportes recreativos (como el esquí y el snowboard); sin embargo, los cascos de bicicleta deben usarse solo para andar en bicicleta y no para otras actividades.

La parte esencial del casco para la protección contra impactos consiste en una capa gruesa de espuma de plástico de poliestireno firme, la cual se comprime durante el impacto, absorbiendo la fuerza del impacto.

Todos los cascos deben tener una correa para el mentón, de tal modo que se mantenga en su lugar durante un impacto.

Hay dos tipos de cascos de bicicletas:

Los cascos de cubierta dura tienen una capa exterior dura de plástico o fibra de vidrio, la cual ofrece protección contra la penetración de objetos puntiagudos y sujeta el poliestireno si se llegara a agrietar en una caída o en un impacto.

Este tipo de cascos es más sólido, pero tiende a ser más pesado y caliente que los modelos de cascos de cubierta suave.

Los cascos de cubierta suave no tienen una capa exterior dura, pero están hechos de una capa de poliestireno muy gruesa, cubierta con tela o con un recubrimiento superficial.

La cubierta de tela es una parte esencial de muchos de los cascos de cubierta suave. Si el casco tiene una cubierta, siempre habrá que dejarla puesta para que sujete el casco si el poliestireno se llegara a agrietar en un impacto.

La diferencia principal radica en estilo y comodidad.

Los cascos de caparazón blando son más livianos que las versiones de caparazón rígido, pero pueden ser menos duraderos.

El casco se debe poner exactamente sobre la parte superior de la cabeza, cubriendo la parte superior de la frente. El niño debe poder ver el borde del casco cuando mira hacia arriba.

Debe quedar paralelo al suelo cuando la cabeza del niño esté erguida, si está inclinado hacia atrás, no protegerá la frente.

Un casco es del tamaño correcto y está bien puesto si no se mueve hacia ningún lado al estar puesto en la cabeza,  ni se desliza hacia abajo, frente a los ojos de quien lo use, al empujarlo o halarlo.

La correa del mentón deberá estar apretada de manera que quede ajustada.

Los cascos de tamaño infantil son de cubierta suave.

Son ligeros, lo cual es algo importante a considerar en el caso de los niños pequeños, quienes podrían no tener un cuello lo suficientemente fuerte como para soportar cómodamente una cubierta dura.

Los bebés de menos de un año de edad tienen un cuello relativamente débil, no se recomienda ponerles cascos ni llevarlos en bicicleta.

Se puede usar el mismo casco por varios años, la mayoría de los modelos tienen cojinetes separables que se pueden reemplazar con cojinetes de menor grosor según crezca la cabeza del niño.

Los cascos deben reemplazarse cada 5 años o en el período de tiempo recomendado por el fabricante, ya que los materiales pueden degradarse con el tiempo.

Hay que dejar de usar los cascos utilizados en un choque o en una caída importante.

En este caso, ya han cumplido con su propósito y podrían no ofrecer una protección adecuada en otro choque. Ante la  dudas sobre si el casco aún se puede usar o no, descártelo.

Las evidencias muestran que el uso del casco reduce las lesiones en la cabeza y la cara.

Fuentes:

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