Para ser un Pallapupa hay que ser un actor, un payaso. Esto requiere formación teatral y formación especializada en clown, con un mínimo de tres años de experiencia.
Se selecciona el personal artístico a través de un casting, para aprobarlo y quedar seleccionado tienen que presentar un número preparado e improvisar durante unas horas.
Desde el año 2008 , la ONG Pallapupas imparte clases en la «Universitat de Barcelona» a futuros médicos, con el objetivo de mejorar su comunicación y relación con los pacientes.
La clase inaugural de este año, ha marcado el inicio de la asignatura «Nuevas herramientas para la intervención en el mundo hospitalario».
Esta asignatura, que es optativa para los alumnos de 3º y 4º curso de Medicina, es una iniciativa pionera en Europa que fue creada para mejorar la comunicación y la relación con los pacientes.
Este es el decimocuarto curso consecutivo que se imparte, tanto en el Campus de Bellvitge como en el Campus del Hospital Clínico. El equipo de profesionales de Pallapupas, con años de experiencia en el ámbito sanitario, está dispuesto a transmitir sus conocimientos y habilidades a una veintena de alumnos.
El objetivo principal de la asignatura es el de desarrollar en los alumnos la competencia de la comunicación con el paciente, desde el punto de vista de la positividad y del humor, como una forma de vivencia del día a día, no como una terapia.
Esto contribuirá a la mejora de la salud entendida como un estado de bienestar físico, mental y social, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El vicedecano de la Facultad de Medicina, Santiago Ambrosio, explica que “puede ser más fácil curar un mal físico que uno emocional, ya que puede ser mucho más doloroso porque sale de un mismo. El humor es una herramienta muy buena en este sentido.
No hay que reír o hacer el payaso, pero si saber reírse de uno mismo y hacer frente a las situaciones adversas con el humor. Esto ya predispone al enfermo y a su familia de una manera más positiva ante una enfermedad”.
Ambrosio destaca que la UB y Pallapupas son pioneros en esta formación, puesto que no existe ninguna iniciativa parecida en otras universidades europeas.
En palabras de Angie Rosales, directora y fundadora de Pallapupas: “Lo más bonito de esta asignatura es que se inicia desde la carencia que siente el propio colectivo sanitario.De hecho, los movimientos sociales más transformadores se han dado, no cuando un grupo ha intentado «salvar» al otro, sino cuando el grupo en si siente la necesidad de cambiar y así lo ha hecho.”
La apuesta que la Facultad de Medicina de la “Universitat de Barcelona” hace para incluir esta formación dentro del plan de estudios, está fundamentada en el convencimiento que la comunicación empática con el paciente, el trabajo en equipos interdisciplinarios o la escucha activa en su puesto de trabajo , serán algunas de las competencias que los futuros profesionales de la salud tendrán que haber adquirido al finalizar su formación universitaria.