La construcción del futuro
Más que realizar predicciones, el informe: “Estado Mundial de la Infancia 2024” ofrece un panorama de lo que podría deparar el futuro y hace hincapié en nuestra capacidad para construirlo.
Los Estados se han comprometido a promover y proteger los derechos que la Convención reconoce y otorga a la infancia, como garantizar la ausencia de discriminación, el interés superior de los niños y niñas, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el respeto por la opinión de los niños.
Estas obligaciones deben ser el fundamento de nuestra respuesta a cada una de las megatendencias a las que nos enfrentamos.
UNICEF propone que los gobiernos y el sector público, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos y la sociedad civil se movilicen para afrontar las megatendencias ya expuestas y garantizar el mejor futuro para la infancia.
Se necesitan medidas urgentes en tres áreas esenciales:
Prepararse para las transiciones demográficas:
- Invertir en la primera infancia y en la educación primaria y secundaria, ampliar la formación docente y la creación de empleo para la juventud.
- Desarrollar sistemas de protección social capaces de responder a las crisis que incluyan, por ejemplo, licencias parentales remuneradas y prestaciones universales por hijos. Ofrecer acceso a servicios de atención de salud materna, neonatal, infantil y adolescente, así como servicios de salud sexual y reproductiva y planificación familiar.
- Crear ciudades con capacidad de respuesta y que dispongan de espacios seguros y enriquecedores, infraestructuras y apoyo para los niños y niñas marginados, incluidos los que tienen alguna discapacidad.
- Mantener un acceso equitativo a los servicios en las zonas rurales que se están despoblando.
- Garantizar la equidad intergeneracional en las sociedades que envejecen y dar prioridad a los derechos de la infancia y a los servicios públicos.
Invertir en medidas de adaptación, mitigación y educación en materia de clima y medio ambiente
- Integrar la resiliencia climática en la planificación local y en las infraestructuras, como las escuelas, los sistemas de atención sanitaria, los apoyos sociales y los servicios de agua, saneamiento e higiene. Invertir en educación sobre el clima para que los niños y las niñas sean capaces de construir un futuro sostenible.
- Garantizar que los planes nacionales de adaptación, las contribuciones determinadas a nivel nacional y otras estrategias climáticas dan respuesta a las necesidades de la infancia. Invertir en energías renovables y promover soluciones para reducir las emisiones un 43% antes de 2030.
- Implementar a gran escala prácticas de restauración de los ecosistemas y de ordenación sostenible de la tierra.
- Reforzar la gestión de residuos y combatir la contaminación.
Ofrecer conectividad y diseños seguros para todos los niños y niñas:
- Garantizar la igualdad digital mediante inversiones en infraestructura y la eliminación de los obstáculos que impiden un uso pleno.
- Impulsar la alfabetización y las competencias digitales de la infancia y los educadores para complementar la enseñanza tradicional.
- Reforzar la legislación para proteger los derechos de la infancia en entornos digitales e incluir los nuevos tipos de delitos.
- Adoptar directrices éticas para el desarrollo de la tecnología y prestar especial atención a la privacidad, la protección de datos y la rendición de cuentas. Implementar una gobernanza de las nuevas tecnologías basada en los derechos, con dispositivos de supervisión que permitan anticipar los riesgos.
Dos alternativas de cara al año 2050.
Podemos seguir por el mismo camino y arriesgarnos a vivir en un mundo donde millones de niños y niñas se queden atrás, sin desarrollar todo su potencial y sin disfrutar de sus derechos.
De lo contrario, podemos decidir cambiar de rumbo y optar por un futuro donde todos los niños y niñas sobrevivan, prosperen y construyan el mundo que les rodea.
El informe «Estado Mundial de la Infancia 2024» constituye un llamamiento a la acción dirigido a todas las personas que desempeñan un papel en nuestro futuro colectivo.
Nos incita a pensar más allá del horizonte más cercano, a anticipar los retos y las oportunidades que nos esperan y a actuar ahora para ofrecer un mundo mejor a todos los niños y niñas.